viernes, 29 de marzo de 2024
Entrevista Irreverente a Tamara de Prado, presidenta de Apadat y candidata del Pacma a la Alcaldía de Toledo 03/07/2015junio 8th, 2017

Podía haber sido alcaldesa de Toledo si el pasado 24 de mayo los ciudadanos hubieran votado mayoritariamente al Pacma (Partido Animalista Contra el Maltrato Animal), pero no. Aun así, seguirá luchando, minuto a minuto, contra todo aquel que descargue su furia en los lomos de los animales…
Es Tamara del Prado, tiene 32 años, es madrileña pero vive en un pueblito de la provincia de Toledo desde hace cinco años. Una de sus bisabuelas era toledana y también tiene sangre andaluza. Estudió Educación Social y lo que leen es la Entrevista Irreverente de encastillalamancha.es.
Entre sus aficiones, aunque le queda muy poco tiempo libre después de estar todos los días entre animales, están la escritura, «no es que me guste, es que es una necesidad imperiosa, escribo desde que era muy joven, desde los 13 ó los 14 años; pintar… Que no colorear, que siempre me salía de los bordes, pero lo tengo ahí pendiente, a ver si ahora en verano lo hago un poquillo, dibujar, que sí me apetece».
Trabaja de forma completamente voluntaria en Apadat, la Asociación Protectora por la Adopción y Defensa de los Animales de Toledo, de la que es la presidenta, se hizo vegetariana hace tres años y dejó el fuet que se comía a diario nada más llegar a casa, no tolera a los…
Lean, lean…

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¿Por qué hay gente que maltrata a los animales?

Después de mucho analizar a la gente, hay personas que maltratan a los animales porque es la manera que tienen de proyectar. Una manera de deshacerse de frustraciones, pero creo que es un trabajo más de fondo. Igual que hay maltrato hacia los seres humanos, lo hay hacia los animales. El de los seres humanos, por suerte o por desgracia, está más penado, lo que no significa que sea la misma razón. ¿Por qué se maltrata más a los animales que a las personas en esta sociedad moderna?, sería mi pregunta.

¿Por qué?

Porque existe un gran vacío legal. Desgraciadamente, el ser humano reacciona por hostias, si me permites la expresión.

Sale casi gratis maltratar a un animal, entonces…

El ser humano no está preparado para… El maltrato animal es la manera más fácil de dejarse llevar, de sacar eso que dicen muchos psicoanalistas, el chivo expiatorio, culpar al resto. Y lo pagan con los animales, los seres más inocentes que… Con la elegancia y supremacía que significa la palabra inocencia. La palabra inocente es una palabra preciosa, aunque mucha gente lo diga como insulto.

Y cuando a alguien le decimos: «Eres más animal que…». ¿Eso cómo lo interpreta?

Para mí es un insulto.

Mucha gente lo hemos dicho…

Sí, sí… Yo la primera. Todo lo que ha supuesto para mí entrar en el mundo del animalismo es todo muy a trompicones, no nacemos para ser animalistas, te encuentras todo de golpe. Desgraciadamente el ser humano es ego puro, por eso vivimos en la sociedad que vivimos.

¿Por qué le gustan tanto los animales? ¿Cuándo se dio cuenta que los quería?

Creo que es algo innato, siempre he sido cercana a los animales de una manera inconsciente, pero cuando de verdad tomo la decisión de dedicar mi vida a ellos es de una manera totalmente sorpresiva. Me encontré un perro que estaba chipado en Valencia y la Guardia Civil nos miraba como si fuéramos alienígenas porque les decíamos que había que encontrar al dueño… Les quería transmitir que ese perro tenía dueño y que había que buscarle. A raíz de ahí contactamos con protectoras de animales para solucionarlo, y en concreto con Apadat, vimos que se solicitaba una casa de acogida para un cachorro…

¿Pero encontró al dueño del perro o no?

Lo solucioné yo por mi cuenta y riesgo, porque no había tu tía… La dueña estaba en Italia viviendo… Regresó a la persona a la que se lo había dado la dueña. El hombre vino desde Burgos a recogerlo a mi casa.

¿Una casa de acogida para perros?

Es la primera pregunta que se hace todo el mundo cuando le hablas de una casa de acogida. ¿Eso qué es? ¿Para animales? Yo me quedé un poco sorprendida… Me explicaron que podrían llevar ahí al perrillo hasta que le encontraran una familia. Así fue como conocí Apadat, así fue como entré en Apadat y así fue como entré en el mundo del animalismo. A raíz de ahí fue un cambio absoluto. Pero cuando la congruencia te llama al final es un aluvión que no puedes detener.

¿El caso más grave de maltrato animal que ha conocido?

Ufffff… Es complicado decir el más grave… Quiero destacar dos: el caso de Pipo, que es un caso de negligencia administrativa que al final degenera en una resolución muy injusta. Se supone que yo no puedo decir asesinato porque el Código Penal no lo recoge en los animales, pero a mí no me gusta utilizar eufemismos: es un asesinato, no es un sacrificio ni una eutanasia.

¿Qué ocurrió?

Todo sucedió con el caso de la rabia en 2013. Pipo era un perro de la protectora, nuestro, yo le tuve seis meses en mi casa. El desenlace fue que para sofocar determinadas negligencias administrativas que nacen desde negligencias en los controles aduaneros, pues se utiliza lo que dice la famosa frase de muerto el perro se acabó la rabia. Nunca se pudo saber si tuvo la rabia y ni siquiera si tuvo contacto real con Marquesa, la perra que se escapó y que tenía la rabia. Pipo no pasó las pruebas porque tenía un sistema inmunológico deprimido y lo sacrificaron «por si acaso», palabras textuales del director general de Agricultura.

Lo que usted llama asesinar…

Sí. Asesinar «por si acaso». Para nosotros fueron 21 días de auténtica tortura a nivel emocional, un varapalo muy fuerte por la situación tan dramática que se generó.

Y el segundo caso…

El más importante, que fue el caso de Bosco. Desgraciadamente también está en el cielo mirándonos, pero quizás sea el reflejo de la importancia de la asunción del ser humano frente a la responsabilidad de la inacción.

¿Qué pasó?

Bosco llevaba no sé cuántos meses vagando por la calle en Orgaz (Toledo), si no le vio todo el pueblo le vio todo el pueblo y el de al lado, y nadie fue capaz de mover un dedo por él. Una compañera nuestra que trabaja allí pudo hacerse con él, estaba tirado en la plaza del pueblo, medio comiendo algunas patatas… Un mastín que tenía que pesar 75 kilos pero que cuando llegó a mi casa pesaba 31 kilos. Un estado de desnutrición increíble y después de un año luchando por él sufrió una operación a vida o muerte, salió adelante aunque no estaba en ningún pronóstico y le adoptaron Mercedes y Quique, quienes le quisieron como a uno más, pero ha fallecido hace un mes por un fallo renal. Me queda que se ha ido feliz. La gente tiene que ser consciente de que no hacer es casi tan grave o más que el hacer.

Muerto el perro, se acabó la rabia…

No. Además es una frase, para mí, bastante hiriente. Hay que trabajar en la raíz de los problemas. Los animales son la parte más profunda del inconsciente humano, la parte más silenciada del ser humano, la parte más obviada y más escondida y por lo tanto la más oscura.

Si los perros hablaran…

Ufffff… Nos darían sopas con honda. Ja, ja, ja…

¿Se puede llegar a querer más a un animal que a una persona?

Sin duda alguna. A mí me ha pasado. Yo quiero más a mis perros que a personas que no conozco. Es el principio de equidad, yo no quiero a todas las personas por igual. Ni a todos los perros por igual. Ni a todas las tortugas por igual.

¿Hay, igual que las personas, perros malos, perros buenos, perros…?

Hummmmmmmm… La maldad creo que es una cualidad humana, pero no animal. Creo.

Si yo fuera torero y me tuviera frente a usted, ¿qué me diría?

Ponte en el lugar del toro.

¿Y qué cree que le respondería el torero?

No sé. Yo soy bastante peleona. Lucharía por generar consciencia. «Cons», con s.

Hay mucha gente que defiende que la fiesta de los toros es cultura.

Sí, bueno, también era cultura, antiguamente, lapidar mujeres. Y no tan antiguamente. Hay que priorizar la empatía frente a otra serie de cuestiones, como pueden ser la cultura o las tradiciones.

¿Usted nunca ha corrido delante, o detrás, de una vaquilla, ha participado en un festejo taurino…?

Nunca, jamás.

¿Le ha mordido alguna vez un perro?

Sí. Y además fue de pequeña. Era un perro pequeño, fui a casa de mis abuelos, el típico perro de abuelilla, estaba rascándole y el muy jodío me mordió en el brazo izquierdo. Yo tendría cuatro o cinco años. Lo que me sentó mal fue que me mordiera a la remanguillé, porque no fue de cara.

Si veo a un perro por la calle que se pone agresivo, ¿qué hago?

A ver, todo depende de lo que se considere agresividad.

Pues que me mira mal, me ladra…

Ladrar es como cuanto tú hablas. Ellos se comunican… Nuestro problema es el ego, la visión del ser humano de ver todo desde su óptica. Para el ser humano ladrar es algo peyorativo, pero hay que ponerse en su lugar. Los animales se comunican de una forma diferente a nosotros, ellos ladran, lo que ocurre es que para nosotros ladrar es una forma dañina sonoramente. Pero es que es su manera de comunicarse. Que yo vea a un perro ladrando en la calle no significa que me vaya a morder…

Y mi miedo, ¿cómo se controla?

Es que como yo no tengo miedo a los perros… ¡Me dan más miedo las personas que los perros! Lo mejor es no correr delante de un perro. Si tienes miedo, te cambias de acera, no haces aspavientos…

¿Por qué quiso ser alcaldesa de Toledo? (Se presentó como candidata por el Partido Animalista PACMA).

Bueno, no… La verdad es que mi pretensión no era ser alcaldesa…

¡Pero podía haberlo sido si la hubieran elegido los ciudadanos!

¡Por supuesto que sí! Es una manera de enfocar mi trabajo desde otro punto de vista. Estoy acostumbrada a trabajar en la calle, en núcleos más próximos al mundo animal, pero creo que a veces hay que abrir un poco las fronteras y no me parecía una idea descabellada. Soy una persona bastante beligerante, en el buen sentido, y creo que es bueno enfrentarse a diferentes maneras de iniciar un trabajo. Dar voz a otras realidades es muy importante.

¿Quién fue su primer amor y a qué edad?

Es mi mujer de hoy en día. Es el primero, sí, sí… Se llama Ruth.

¿Quién le ha dado calabazas amorosas?

Me las habrán dado muchas veces, pero la verdad es que no le he echado mucha cuenta, ¿eh?

¿Usted hubiera dado la orden de matar a Bin Laden?

Ufffff… Es una situación en la que no me gustaría verme, la verdad.

Pero yo la pongo en esa situación…

Es una pregunta bastante controvertida. Ohhhhhhh… Si no fuera la única manera… Si solamente fuera sí o no, si no hay otra alternativa… Buscaría una alternativa diferente, pero es cierto que hay determinados casos que yo no sé… Fíjate, soy educadora social y se supone que yo creo en la… La verdad es que no sé qué haría, no me gustaría encontrarme en esa tesitura.

¿Alguna fobia confesable?

Va a ser curiosa la respuesta, pero quizás uno de mis grandes miedos sea la muerte. Y me expongo a ese miedo con bastante frecuencia porque trabajo con animales que están en situaciones muy lamentables por enfermedades, por maltrato…

¿Es partidaria de que las parejas de homosexuales adopten niños?

Sí. No es que sea partidaria o no, es que me parece que… No depende de si eres homosexual o heterosexual, depende de la persona. Punto pelota.

¿Alguna anécdota en un viaje?

¿Buenas o malas? Es que últimamente… La última fue bastante dramática. Habían atropellado a una perra en la carretera de Valencia, iban unos amigos míos delante de nosotras en el coche y nos avisaron por guasap que había un accidente y que estaban parados en el arcén. Y había un coche de la Guardia Civil, otro de mantenimiento y mis amigos esperando a que nosotras llegáramos como si fuéramos a salvar el mundo. La perra estaba viva, en medio de la mediana y no tuvieron cojones ninguno, y lo digo así, a asistir a la perra hasta que llegué yo. Imagínate que en vez de un perro hubiera sido un bebé. ¿Qué hubiera hecho inmediatamente la Guardia Civil? Pues parar el tráfico. No lo pararon ni hicieron intención ni amago. Y la perra se murió en mis manos.

¿Algo desconocido de Tamara del Prado que nos sorprendería?

Soy una persona tan transparente que… Puede ser desconocido que hace cinco años fuera tan ajena a todo este mundo que lo primero que hacía nada más llegar a mi casa era comerme una barra de fuet entera. Muchas veces la gente me dice que admiran un montón a la gente que somos vegetarianos.

¿Le sigue encantando entonces el fuet aunque no se lo coma?

Sí, sí, yo era… Hace casi tres años que no como nada de carne. Y estoy en fase de veganismo, que es un paso más allá. Tengo bastantes cosas del veganismo: no utilizo cueros…

¿Por qué no come carne?

Por un principio ético, de responsabilidad hacia los animales.

¿Eso significa que no deberíamos comer carne?

Desde mi punto de vista, no.

¿Por qué?

¿Te comerías a tu hermano?

No.

Pues ésa es la respuesta. Cuando tienes un nivel de congruencia o un nivel de empatía tan importante como para ser capaz de querer a tus perros más que a las personas… Puedes querer a un perro, a una vaca, a un bonito, a un elefante… Es complicado, ¿eh?

Es muy complicado, sí, esas comparaciones…

Podríamos debatir durante mucho tiempo.

Sea sincera, ¿qué piensa de los periodistas?

Depende de qué periodista. En general, creo que es una profesión que con gente honesta es muy necesaria.

¿Cuál fue su primer sueldo?

De una ETT (empresa de trabajo temporal). No recuerdo, yo estaba estudiando…

¿Alguna vez ha cobrado en B?

Creo que no.

¿Tiene algún tatuaje o piercing? Lo primero, mirándole los brazos, está más que claro que sí.

Cuatro huellas de perro en el brazo izquierdo. Me lo puse aquí porque… En principio quería hacerme tres, porque yo tengo tres perros: Kali, el nombre de la divinidad hindú de la muerte; Nut, de la divinidad egipcia del cielo; y Odín, el Dios escandinavo supremo. La cuarta huella… En principio iba a hacerme tres, pero en aquel momento tenía en acogida a Sultán, que también me mira desde el cielo y mi primer rescatado dentro de la protectora, y también tenía a Pipo entonces… Fueron en vez de tres, que en principio y entre comillas eran los míos, cuatro, porque cuatro eran los que entonces marcaban a fuego mi corazón y cuatro porque simboliza la unidad de los animales en general.

En caso de necesidad, ¿qué estaría dispuesta a hacer? Uno, robar para comer; dos, prostituirse para comer; o tres, engañar a Hacienda.

Prostituirme, me prostituyo todos los días con nómina. Porque la prostitución se conceptúa, desgraciadamente, como una prostitución física, pero no se tiene en cuenta la prostitución mental. Pero dejando al margen eso, vamos a entender la pregunta como prostitución física, vender mi cuerpo, por lo que yo creo que haría la primera.

Robar para comer.

Sí.

¿Con quién le gustaría echarse un bailecito?

Yo qué sé… Con mis amigos, con mi gente, con mi familia, con mis hermanas…

¿Pena de muerte sí o no?

No.

¿Ha robado alguna vez?

Creo que sí.

¿Cómo que creo?

¡Es que lo paso muy mal! Creo que sí he debido de robar algo alguna vez, alguna cosa de estas de cuando era pequeña…

Pero eso… Y a usted, ¿le han robado?

La cartera al descuido, pero tampoco tenía mucho dinero, o sea que…

¿La famosa que más le atrae físicamente?

Ahora mismo la verdad que no caigo.

¿Qué nos puede contar de la primera vez que hizo el amor?

Uffff… Ja, ja, ja… Es que no me suele gustar hablar de mi vida privada.

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