En su propia etimología lo lleva implícito: Castilla es tierra de castillos. En Castilla-La Mancha encontramos centenares de ellos repartidos por toda su geografía. Construidos en la Edad Media en su mayoría, muchos de ellos han llegado hasta nuestros días y entre sus enormes muchos de piedra guardan interesantes capítulos de historia.
En esta información os vamos a contar 10 historias sobre de 10 ellos, páginas llenas de curiosidad que os invitamos a conocer en este especial Viajar por Castilla-La Mancha.
El paso de El Cid por Molina de Aragón
El municipio de Molina de Aragón está presidido en lo más alto por un imponente castillo famoso, entre otras cosas, por el paso de Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid. Incluido en el recién estrenado Camino del Cid. Por allí pasó en varias ocasiones en sus viajes entre Castilla y Valencia, fue aliado y amigo del señor musulmán de Molina, Avengalvón.
La Batalla de Alarcos a los pies del castillo
Poblado por íberos, romanos y musulmanes, el Parque Arqueológico donde se erige el Castillo de Alarcos es sin duda uno de los lugares con más historia de Castilla-La Mancha. En época de los íberos ya tuvo gran importancia, como así resalta por los restos de una importante necrópolis de la época.
Pero en este artículo nos quedaremos con la Batalla de Alarcos, en el siglo XII, cuando la conquista cristiana de Alfonso VIII recibió un duro revés con la derrota a los pies del castillo, lo que supuso un avance musulmán en ese 1195. El castillo perdió su relevancia estratégica tras las Navas de Tolosa, cuando la población se traslada a la actual Ciudad Real.
Belmonte, el castillo que perteneció a una emperatriz de Francia
Si duda uno de los castillos más bello, impresionante, visitado y conocido de Castilla-La Mancha es el de Belmonte, en la provincia de Cuenca. Desde programas de televisión, hasta películas o sus famosas batallas medievales han sido algunos de sus usos recientes, pero el Castillo de Belmonte tiene mucha historia. La fortaleza actual se construyó en el siglo XV sobre los restos del castillo medieval y entre sus ilustres propietarios está una mujer que fue emperatriz de Francia, puesto que Eugenia de Montijo estuvo casada con Napoleón III.
Castillo de Orgaz, refugio de comuneros
El castillo de Orgaz posiblemente tenga su origen en una fortaleza árabe del siglo X para defender el camino a Sevilla, aunque la actual forma la tomaría en el siglo XIV. Su impresionante torre del homenaje bien merece una visita, aunque las historias que esconde también son motivo para conocerlo. Una de ellas es que en la Guerra de las Comunidades de Castilla contra Carlos V, este castillo sirvió de refugio para los comuneros, hasta que ha sido uno de los hombres más poderosos de la historia ordenó que le prendieran fuego.
Castillo de Escalona, el refugio de uno de hombres más poderosos de Castilla
Álvaro de Luna llegó a ser uno de los hombres más poderosos de Castilla. Valido de Juan II, padre de Isabel la Católica, fue poderoso a la par de odiado por la trama de tributos que cobraba a sus vasallos, lo que le hizo amasar una fortuna enorme que guardaba en el castillo de Escalona, que lo hizo el centro de sus posesiones, hasta que su mujer tuvo que entregarlo a la corona después de que Álvaro de Luna fuese ajusticiado.
La cárcel de César Borgia, hijo del Papa Alejandro VI
Entre las paredes del Castillo de Chinchilla de Montearagón se esconden muchas historias. Pero una de ellas es bien conocida. Allí estuvo preso César Borgia, hijo del papa Alejandro VI, quien prácticamente lo inauguró después de que Juan Pacheco, Marqués de Villena, construyese el edificio que, con restauraciones, ha llegado a la actualidad. Fue la primera cárcel en España de ambicioso Borgia, después de ser acusado de matar al Marqués de Gandía.
El castillo de Atienza y el disfraz de arriero de Alfonso VIII
El castillo de Atienza también es nombrado en el Cantar del Mio Cid, aunque la historia más curiosa la protagoniza Alfonso VIII. Y es que en este castillo estuvo refugiado siendo un niño bajo la tutela de la familia Lara. Allí se presentaron las huestes de su tío, Fernando II de León, que pretendía apoderarse del trono de Castilla, y asediaron el castillo.
Los vecinos del municipio idearon una estrategia para liberar al joven Alfonso. La cofradía de arrieros simuló una romería, disfrazaron al joven monarca de arriero y así lograron el Alfonso VIII, que a la postre sería el conquistador de ciudades como Cuenca, conservase la corona de Castilla, por entonces independiente de la de León.
Calatrava la Nueva, la frontera
Durante años y años, el castillo que custodiaba los caballeros calatravos fue zona fronteriza entre los reinos cristianos y los musulmanes. El Sacro-Convento de Calatrava la Nueva estaba separado por dos kilómetros del castillo de Salvatierra y entre ambas fornicaciones se vivieron múltiples enfrentamientos, aunque tras las Navas de Tolosa y la conquista cristina, sería Calatrava la Nueva quien se quedaría con la importancia.
A día de hoy su estado de conservación es magnífico y allí se puede contemplar, además de castillo con sus patios, torres, escaleras y un aljibe, su convento del siglo III con una gran puerta con rosetón, la de la Estrella, la sala capitular, refectorio y cocinas, además del cementerio. Las zonas auxiliares de artesanos, hospedajes, cuadras y bodegas completan este magnífico retrato de la vida en la edad media.
El castillo de Uclés, «El Escorial de La Mancha»
En la provincia de Cuenca encontramos una auténtica joya. Un kilómetro cuadrado rodeado de murallas y torreones. Tan inexpugnable que nunca fue conquistado, fue reconvertido en monasterio en los siglos XVI y XVII, y llamado, por su gran belleza, «El Escorial de la Mancha».
El castillo de Uclés fue fortaleza de la Orden de Santiago y baluarte desde la época de la conquista cristina hasta el siglo XVI, aunque desapareció en gran parte después de que Carlos V mandase construir el monasterio que podemos contemplar en la actualidad.
Como curiosidad, el castillo fue construido en buena medida con la piedra expoliada de la ciudad romana de Segóbriga.
El castillo de Yeste, el arte andalusí
Quizá menos conocido, pero seguramente un gran ejemplo para conocer cómo se organizaban las villas árabes. La fortaleza andalusí de Yeste fue la más importante de la Sierra del Segura y, aunque sus posteriores transformaciones le han otorgado el actual estilo gótico, es un gran ejemplo de cómo disponían los musulmanes sus ciudades en torno a la fortaleza.
En su interior alberga el Centro de Interpretación Medieval «Tierra de Fronteras», que permite hacer un recorrido por el medievo a través de sus siete salas.
Completa tu visita con Raíz Culinaria y la Red de Hospederías
La mejor forma de completar una jornada de senderismo es disfrutando de la gastronomía de una provincia con mucho que ofrecer. Para ello os recomendamos que lo hagáis en uno de los restaurantes embajadores de la marca regional Raíz Culinaria. Hay varios repartidos por cada una de las provincias, donde podréis disfrutar de los sabores característicos de Castilla-La Mancha.
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