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jueves, 28 de marzo de 2024
Concluye el mandato del peor presidente de EE.UU., caprichoso, maleducado e indigno del cargo 21/01/2021enero 26th, 2021 - Madrid
Agustín Yanel Agustín Yanel

Desde el 20 de enero de 2021, miércoles, el mundo entero puede respirar un poco más tranquilo. Continuará habiendo contagios y muertes provocadas por el coronavirus, crisis económica y desempleo, desigualdades sociales, hambre y otros muchos problemas; pero el país más poderoso, Estados Unidos, desde ese día no está presidido por alguien tan impresentable y peligroso como Donald Trump sino por Joe Biden, un hombre con mucha experiencia política que al menos tiene la cabeza sobre los hombros, como corresponde. Seguro que no va a resolver todos los problemas, pero ha comenzado revocando varios de los disparates que hizo su antecesor y eso ya merece concederle un primer voto

Aún es pronto para saber cómo gobernará Joe Biden, pero el mismo 20 de enero, tras la ceremonia de toma de posesión del cargo, se dirigió al despacho oval de la Casa Blanca y firmó varias órdenes que revocan algunas de las disparatadas, personales y caprichosas decisiones que adoptó su antecesor. Así empieza a cumplir lo que ha prometido durante la campaña electoral, algo que hay que exigir a todos los gobernantes, y demuestra que su política se sitúa en las antípodas de la que ha aplicado Donald Trump.


Mascarillas obligatorias, no al muro con México, sí a combatir el cambio climático…

Entre otras medidas, Joe Biden ha firmado órdenes por las que será obligatorio el uso de mascarillas en todos los edificios oficiales de Estados Unidos; el país volverá a ingresar en el Acuerdo de París sobre el cambio climático del que Trump se salió unilateralmente porque, en contra de todas las evidencias, niega que exista;  paraliza el proceso que inició su antecesor para salirse de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y dejar de aportar dinero; detiene la construcción del polémico y denigrante muro en la frontera con México; anula las medidas de Trump contra los inmigrantes…

Donald Trump, fiel a su manera de actuar como un niño rico caprichoso acostumbrado a conseguirlo todo por dinero, ha concluido su mandato con un gesto de la peor educación: en contra de lo que ha ocurrido en toda la historia de Estados Unidos, el 20 de enero él no salió a la puerta de la Casa Blanca para recibir a su sucesor ni le acompañó en la ceremonia de juramento del cargo -algo que sí hizo Barack Obama con él- sino que, unas horas antes, se marchó con su esposa Melania a Florida, donde tiene previsto residir a partir de ahora.

La verdad es que no se podía esperar otro comportamiento de alguien como él, que ha presumido de no utilizar la mascarilla y ha convocado actos multitudinarios de sus seguidores sin llevarla; que ha estado dos meses negando el resultado de las elecciones, a pesar de que más de 50 jueces han rechazado sus recursos y del recuento de votos realizado hasta dos y tres veces en varios Estados; que ha insultado a los medios de comunicación que no le gustan y ha expulsado a periodistas de sus ruedas de prensa, y que ha actuado en las relaciones internacionales como un elefante en una cacharrería.

Indigno para gobernar, aunque tenga 74 millones de votos

Trump ha terminado su mandato con ese gesto de mala educación, mintiendo descaradamente en el último discurso que pronunció ante sus seguidores y demostrando, una vez más, que es un personaje impresentable e indigno de estar al frente de los destinos de un país. Le han votado más de 74 millones de personas, sí, pero eso no le convierte en alguien preparado para gobernar, como ha demostrado sobradamente durante los cuatro años de su mandato.

Ahora hay que esperar a ver si prospera el juicio político que tiene abierto en el Senado, en el que incluso algunos de sus compañeros del Partido Republicano son partidarios de condenarle, lo que no permitirá destituirle como presidente porque ya no lo es pero sí le impediría volver a presentarse dentro de cuatro años. Y si, además, la Justicia puede acusarle por sus problemas con Hacienda y el pago de impuestos, se hará justicia y recibirá lo que se merece.

La marcha de Donald Trump no lleva implícito que Joe Biden vaya a ser un buen presidente. Eso no se sabe y hay que esperar para poder calificarle, pero al menos sus primeras decisiones se caracterizan por el sentido común. Además, ha nombrado vicepresidenta a Kamala Harris, la primera mujer en la historia del país que ocupa ese cargo, hija de padre jamaicano y madre india, que también fue la primera mujer negra fiscal general del Estado de California. Ha comenzado su mandato con este significativo mensaje: «Preparada para servir».

A las17:49 horas (hora española) del 20 de enero de 2021, cuando Joe Biden juró su cargo como presidente de Estados Unidos, comenzó una nueva etapa que permite respirar mejor sobre todo a sus más de 300 millones de habitantes, pero igualmente al resto del mundo. A España también, y uno de los primeros asuntos a resolver deben ser los excesivos aranceles que Donald Trump impuso unilateralmente a la importación de aceituna de mesa, aceite de oliva, naranjas y otros productos españoles, lo que provocó un importante daño a las exportaciones.

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