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viernes, 29 de marzo de 2024
ANUNCIOS DESMENTIDOS, CONFUSIÓN Y PROTESTAS DE VECINOS Y ALCALDES - 20 septiembre 2020 - Madrid
Agustín Yanel Agustín Yanel

Un mensaje de los muchos que circulan por las redes sociales resume en unas pocas palabras las últimas medidas que ha aprobado el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso para combatir el coronavirus en la Comunidad de Madrid. Dice así: «Resumen de las restricciones. Los de barrios humildes no pueden ir a otras zonas a tomarse una caña pero sí a servirla». La presidenta madrileña y su Ejecutivo han decidido restringir los movimientos de 850.000 personas que viven en seis distritos de la capital y ocho localidades de la comunidad. Y, con esta decisión, han provocado las protestas de vecinos, asociaciones y alcaldes afectados.

El Gobierno de Madrid justifica estas medidas porque en esas zonas es donde se está registrando el mayor número de contagios -más de 1.000 por cada 100.000 habitantes-. Pero quienes protestan dicen que estas medidas llegan tarde y son insuficientes, porque no se cuenta con el número de rastreadores que prometieron, no han reforzado los servicios de atención primaria en la sanidad pública y no han contratado más personal médico y de enfermería.


La Comunidad de Madrid es la que peor está de toda España en relación con el coronavirus -y algunas zonas concretas son las peores de Europa-. En esa situación, y siendo la Sanidad una competencia de las comunidades autónomas, Díaz Ayuso y otros dirigentes del PP tienen la desvergüenza de echar toda la culpa de lo que ocurre en Madrid, de todo, al Gobierno de coalición PSOE-Unidas Podemos y acusan al Ejecutivo central de llevar a cabo una campaña contra la región madrileña solo porque en ella gobierna el PP. Si siguen por ese camino de echar balones fuera y atribuir todos los fallos a los demás, llegarán a acusar a Pedro Sánchez y Pablo Iglesias de la muerte de Manolete, el torero que falleció corneado por el toro Islero en la plaza de toros de Linares (Jaén) el 28 de agosto de 1947. ¡Lo que hay que ver y escuchar!

Estupideces en vez de argumentos serios

El Gobierno de PSOE-Unidas Podemos ha hecho cosas mal y tarde frente a la pandemia, claro que sí, y ha tenido que rectificar varias veces; pero, por mucho que lo diga y repita Isabel Díaz Ayuso, el Ejecutivo de coalición progresista no se ha confabulado para tratar a la comunidad madrileña peor que a los demás territorios. Eso es absurdo y una estupidez así sólo se le puede ocurrir a alguien como ella, que cada vez que habla demuestra que no tiene argumentos serios para rebatir las críticas de los partidos de la oposición ni algunas que hacen incluso sus socios de Ciudadanos y de Vox, gracias a cuyos votos ocupa la Presidencia. Todo lo achaca a una supuesta campaña contra ella: del Gobierno central, de la izquierda, de varios medios de comunicación… Díaz Ayuso es un problema, por su demostrada incompetencia, no sólo para la ciudadanía madrileña sino para el resto de España y, en tiempos de coronavirus, especialmente para los territorios limítrofes de Castilla-La Mancha y Castilla y León.

Desde que llegó al cargo hace 13 meses -tras ser impuesta por el dedo de Pablo Casado para encabezar la lista del PP en las elecciones autonómicas-, Díaz Ayuso ha demostrado día a día su incompetencia para gobernar la comunidad madrileña. Ha dicho muchos disparates, ha tenido que rectificar sus propias declaraciones varias veces, no ha dado explicaciones convincentes sobre asuntos que le afectan personalmente -un préstamo de 400.000 euros que concedió la empresa semipública Avalmadrid a la empresa de su padre, y que no ha sido reclamado ni devuelto, o el lujoso apartamento doble de un hotel donde se alojó a precio de ganga durante dos meses para guardar la cuarentena, con un sospechoso contrato por medio de su Gobierno a favor del dueño del hotel, entre otros asuntos- y ha protagonizado polémica tras polémica.

Un bochornoso espectáculo de caos y confusión

Una prueba más de que Díaz Ayuso no está capacitada para gobernar la Comunidad de Madrid ha sido el último y bochornoso espectáculo de caos y confusión que han protagonizado ella y su Gobierno para anunciar las medidas de restricción que han aprobado. Ese espectáculo comenzó el 17 de septiembre, miércoles, cuando el viceconsejero de Sanidad de Madrid anunció en rueda de prensa que iban a aplicar «confinamientos selectivos» y que la presidenta lo sabía; inmediatamente fue desmentido por el Gobierno regional, y el consejero de Justicia aclaró que ellos no tienen la competencia legal para confinar a vecinos en sus domicilios, y por eso estudiaban medidas para restringir la movilidad.

Al día siguiente, mientras el Gobierno madrileño mantenía las dudas en las zonas con más contagios y corrían todo tipo de rumores y especulaciones, el vicepresidente, Ignacio Aguado (Ciudadanos), en vez de contribuir a aclarar la situación se apuntó a esa mala y nada democrática costumbre de algunos políticos de convocar a los periodistas para hacer una declaración sin admitir preguntas, con lo que continuó la incertidumbre.

El colmo de la confusión llegó el viernes día 19. Isabel Díaz Ayuso convocó una rueda de prensa a las 11.30 horas para explicar las nuevas medidas, después la retrasó hasta las 13.00 horas y finalmente no compareció hasta las 17.00 horas. Para justificar tanta confusión y tanto retraso dijeron que tenían que debatir con mucho detenimiento las medidas a adoptar, para evitar que un juez pudiera anular alguna de sus decisiones, como ha ocurrido en otras ocasiones. Pregunta: si no lo tenían bien debatido y acordado, ¿por qué convocaron a los periodistas para explicárselo? Eso, en castellano, se llama improvisación; o, utilizando el refranero popular, también se puede definir como «andar como pollo sin cabeza».

En las últimas semanas se ha hablado de la posibilidad de presentar una moción de censura contra Díaz Ayuso, e incluso el socialista Ángel Gabilondo -que ganó las elecciones en Madrid, pero no gobierna porque se lo impidió el pacto del PP con Ciudadanos y Vox- se ha mostrado dispuesto a ceder la Presidencia a Ciudadanos si apoya la moción. Ellos saben que no es incompatible seguir combatiendo la pandemia -la excusa de algunos para decir que ahora no es el momento de presentarla- con hacer algo tan urgente como quitar a Díaz Ayuso de la Presidencia de la Comunidad de Madrid. Los ciudadanos de la región, también los que votaron al PP, necesitan que se apliquen a esa tarea con seriedad.

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