El PP de Castilla-La Mancha ha reprochado que el Gobierno regional haya «aumentado un 80 por 100 los altos cargos» en el Ejecutivo regional, una subida que califican de «regimiento de soldados socialistas» al «servicio de Page», según denuncia la diputada «popular» Lola Merino.
Concretando las cifras, Merino, según un comunicado de prensa del PP regional, dice que el Gobierno que preside Emiliano García-Page ha pasado de tener 76 altos cargos a 137 que hay en la actualidad.
Por ello ha acusado al propio Page de «despilfarrar» hasta 34 millones de euros de los castellanomanchegos, aunque el aumento presupuestario, según las cifras que maneja el PP, de 12 millones de euros.
La diputada del PP ha preguntado si es necesario este desembolso público ante «la falta de profesionales sanitarios en hospitales y centros de salud, la falta de docentes para cumplir las ratios, y la ausencia de ayudas para los afectados por la gota fría como el caso de numerosos agricultores que han perdido sus cosechas enteras».
Una de las cuestiones que no han gustado a los «populares» es que se haya «ampliado a nueve el número de viceconsejeros, cuando en la anterior legislatura había 5, también ha crecido el número de directores generales hasta los 42, y ha nombrado a 45 nuevos delegados provinciales de la Junta en Castilla-La Mancha, «un puesto que antes era ocupado por funcionarios de carrera del grupo A1 o A2 y ahora son nuevos políticos del PSOE e incluso alcaldes del socialistas», asegura el PP de la región.
Por estos motivos creen desde el PP que «Page está creando una estructura paralela» al servicio del PSOE, puesto que «a los 137 nuevos altos cargos se suma el nombramiento de 117 funcionarios -a dedo- en los niveles más altos de la Administración y en lugares estratégicos, y sin oposición», aseguran, «hasta el nivel 28 y nivel 30».
Todo esto, ha explicado Merino, tendrá un coste de «54 millones de euros», algo que ha calificado de «vergüenza».