miércoles, 24 de abril de 2024
Una puñalada en la nuca 01/10/2013junio 12th, 2017

Ángel C.O., de 23 años, acusado de matar al padrastro de un amigo en Puertollano de 18 puñaladas en junio de 2012, ha sido declarado culpable de asesinato con el agravante de alevosía por el jurado popular que lo ha juzgado, que ha determinado que no concurre la circunstancia de ensañamiento.

Así se ha puesto de manifiesto durante la lectura del veredicto hecho público hoy por el jurado popular, por lo que el juicio ha quedado visto para sentencia, después de que la Fiscalía haya pedido para Ángel C.O. una pena de 20 años de prisión, mientras que el abogado del acusado ha solicitado una pena máxima de quince años de cárcel para su defendido.


Según el veredicto del jurado, se ha considerado probado que Ángel C.O. fue el autor del asesinato de Vicente E.G., de 46 años, ocurrido en la madrugada del 16 de mayo de 2012 en el domicilio de la víctima, situada en la Barriada de las 630 de Puertollano.

El jurado ha considerado probado que tanto el acusado como el menor, que también fue condenado por estos hechos por el Tribunal de Menores, estuvieron en la vivienda junto a la víctima, como ha quedado probado en el ADN hallado por la policía científica en las colillas de cigarrillos y en los pañuelos de papel que se encontraron.

Además, el jurado ha tenido en cuenta que existió contacto físico entre el asesino y el asesinado, como lo confirmó los restos de ADN encontrados por la policía científica en una gota de sangre en el portal de la vivienda.

El jurado, para tomar su veredicto, también se ha apoyado en la propia confesión que el acusado le realizó a su madre en la cárcel de Herrera de la Mancha, en la que reconoció su implicación en el crimen y que fue grabada por las fuerzas de seguridad con el consentimiento judicial.

En este sentido, han señalado que el testimonio de los vecinos que habían declarado ver a dos jóvenes huir de la vivienda de la víctima ha quedado probado a raíz de la confesión que el propio acusado le realizó a su madre en la prisión.

Para el jurado, tanto Ángel C.O. como el menor actuaron de forma concertada para quitarle la vida a Vicente E.G..

Asimismo, han entendido que existió alevosía en el asesinato por parte de Ángel C.O. al asestarle la primera puñalada en la nuca por la espalda, sin que éste pudiera defenderse.

Igualmente, el jurado ha entendido que ha quedado probado que no existió ensañamiento, debido a que tuvieron la intención en todo momento de acelerar su muerte.

Finalmente, el jurado ha estimado que el hecho de que el acusado hubiera consumido cannabis no afectó a su condición para saber lo que hacía.

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