viernes, 3 de mayo de 2024
90.000 toneladas de amianto 13/10/2016junio 7th, 2017

El informe elaborado por la empresa pública Emgrisa a instancias del Ayuntamiento de Toledo recalca que «no ha existido una transferencia de fibras de amianto por efecto de escorrentía o del viento en los terrenos de las inmediaciones de los vertidos incontrolados» en el barrio de Santa María de Benquerencia (Polígono) de Toledo.
El informe, al que ha tenido acceso encastillalamancha.es y que les adelantamos en esta información, aconseja que se realice la cubrición o sellado urgente de las zonas donde se encuentran las 90.000 toneladas de amianto antes de realizar un plan de remediación definitivo.

Restos del amianto procedentes de la fábrica Ibertubo que hay en varias parcelas del barrio del Polígono, en Toledo, y en el arroyo Ramabujas.


El denominado «informe sobre el amianto» que ha realizado la empresa pública Emgrisa (Empresa para la Gestión de Residuos Industriales, S.A.) por encargo del Ayuntamiento de Toledo determina, en sus conclusiones, que «no ha existido una transferencia de fibras de amianto por efecto de escorrentía o del viento en los terrenos de las inmediaciones de los vertidos incontrolados», tal y como se especifica en el citado documento, al que ha tenido acceso encastillalamancha.es.

«SE DEBERÍA PROCEDER A LA CUBRICIÓN URGENTE DE LAS SUPERFICIES DE LAS ZONAS AFECTADAS»

E indica que, «al objeto de evitar riesgos para la salud de la población, y como prioridad de otras actuaciones más complejas en su toma de decisión, se debería proceder a la cubrición urgente de las superficies de las zonas afectadas por los vertidos de amianto para evitar su dispersión atmosférica y que entren en contacto con potenciales receptores sensibles».

O, lo que es lo mismo, que se sellen las zonas que contienen las 90.000 toneladas de amianto distribuidas en los nueve focos localizados en el barrio de Santa María de Benquerencia (Polígono) procedentes de la antigua Ibertubo, empresa que se dedicaba a la fabricación de materiales de construcción con el amianto como materia prima. Y que generó piezas como residuo procedentes de excedentes no vendidos o materiales defectuosos. Material que durante un tiempo se depositó de manera no controlada en terrenos próximos al Polígono, «sin ningún tipo de acondicionamiento y de forma totalmente ilegal». Ibertubo quebró y cerró en el año 2002.

«PRESENCIA DE AMIANTO EN MATERIALES FRIABLES Y NO FRIABLES, ACUMULADOS DE FORMA INCONTROLADA»

El informe, que se llama «Propuesta de Alternativas para el Tratamiento del emplazamiento afectado por Residuos de Amianto procedente de la antigua fábrica de Ibertubo en el término municipal de Toledo», recoge un análisis de situación y diagnóstico, una campaña analítica, un estudio de técnicas para el tratamiento del emplazamiento, un análisis de alternativas viables y unas recomendaciones técnicas.

Entre las conclusiones, «se puede constatar la presencia de amianto en materiales friables y no friables, acumulados de forma incontrolada en distintos puntos y cantidades», depósitos que no solo están en diferentes parcelas del Polígono, sino que también «han invadido una finca catastral de la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT)».

SELLAR CON «LÁMINAS DE POLIETILENO, UNA CAPA DE TIERRA, SUELO VEGETAL…»

La «cubrición urgente» o sellado, recalca el informe, «sería con láminas de polietileno, posteriormente cubiertas con una capa de tierra y suelo vegetal. Cubrición que se podría aplicar en las zonas que presentan una disposición horizontal o pseudohorizontal, cumplimentándola en taludes y zonas de mayor pendiente con geomalías y geotextiles que den mayor sujeción a los materiales de cubrición. Sobre esta tierra se debería hacer siembras de herbáceas que protejan de la erosión esta cubrición».

Una medida que «se deberá tomar hasta el momento en el que se ejecute una solución definitiva para cada una de las zonas identificadas».

Cubrición «que no sería fácil de ejecutar ni eficaz» en los taludes del cauce Ramabujas (propiedad de la CHT), «al menos en sus sectores próximos al arroyo por los taludes tan pronunciados que tienen, y por ocupar parcialmente tramos del arroyo». De ahí que propongan como solución «un gunitado superficial» (inyectar hormigón a alta presión), «con un espesor de al menos unos cinco centímetros. En los tramos más horizontales de estos núcleos se podría aplicar la cubrición con láminas y tierras revegetadas».

Y todas las zonas afectadas «deberían estar valladas para que se impida el acceso incontrolado», además de vigiladas y con un programa de mantenimiento.

UN PLAN DE REMEDIACIÓN MEDIOAMBIENTAL CONSENSUADO POR LAS TRES ADMINISTRACIONES

Por último, en sus recomendaciones el informe habla de que para la solución global y definitiva de las zonas que tienen amianto «se considera fundamental elaborar un plan de remediación medioambiental de los terrenos afectados que debe ser propiciado, acordado y consensuado por las tres administraciones implicadas (Ayuntamiento de Toledo por estar los depósitos en su término municipal; la CHT por estar algunos de los vertidos en su finca del arroyo de Ramabujas; y la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, autoridad competente en materia de residuos peligrosos y autoridad laboral y ambiental)».

Por lo que recomiendan «abrir una mesa de diálogo para llegar a un acuerdo unánime para abordar la situación y aprobación de la ejecución del Plan de Remediación».

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