2018 ha sido para el CD Toledo un año «horribilis». Club y equipo dados al tremendismo, tanto en lo bueno como en lo malo, de contrastes tremendos en su historia, capaz de lo mejor y lo peor, esta vez fue lo segundo. Cuando los resultados empezaban a fallar el aún presidente, Fernando Collado, echó a Onésimo (ahora segundo del Girona, con Eusebio Sacristán) a finales de enero.
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Se hacía cargo un hombre de la casa, Miguel Falcón; no pudo evitarse la polémica ya que se decía que el auténtico entrenador era Tito García Sanjuán, cuyo puesto oficial era el de adjunto al director deportivo, Joaquín Sorribas. A la negra temporada, la que también fue de celebración de los 90 años del club, no le faltó ni el enorme susto que dio Lassad. Todo tenía que salir mal… y salió. En el último partido, celebrado en el salto del Caballo, al Toledo le valía el 1-0 contra el campeón del grupo, el Deportivo Fabril, para jugar la promoción de permanencia tras un arreón final, pero no pasó del 0-0.
[ze_summary text=»El año del Toledo, el de sus 90 años de historia, fue horrible»]El año del Toledo, el de sus 90 años de historia, fue horrible[/ze_summary]El equipo verde bajaba a Tercera después de cinco años en 2ªB (ha descendido cuatro veces a Tercera, siempre mediando cambio de entrenador). Luego llegarían las marchas de García Sanjuán, Sorribas y el propio Fernando Collado, además de muchos jugadores. Collado fue sustituido por Juan Juárez, empresario toledano. Los accionistas mejicanos permanecían.
