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martes, 16 de abril de 2024
Imagen del partido entre el Villarrobledo y el Almería B
Imagen del partido entre el Villarrobledo y el Almería B Foto - CP Villarrobledo
Un partido inolvidable - 17 junio 2018 - Villarrobledo (Albacete)

El Villarrobledo saltó al campo ilusionado y pronto la ilusión se convirtió en pesadilla. Los locales fueron un flan en defensa y por ahí vino todo. No tuvieron en cuenta que Sekou es un tanque que rebana todo en el área.

El Villarrobledo, todo corazón

El primer tanto visitante llegó en una jugada ensayada: saque de banda larguísimo a la olla para que Sekou se fajara contra diestro y siniestro. Lo hizo tras un mal despeje de Perona, pero es que maniobró con dos defensores locales encima. Lamentable. Muy astuto, el goleador la empujó, ratonero, nada vez darse cuenta de que el balón bajaba al piso: 0-1 en el primer suspiro.


Y en el minuto 6, el buen portero Javi López se hacía la «p»… un lío inexplicablemente frente al armario Sekou, que fue a presionar: 0-2.

[ze_summary text=»Le pesadilla se hizo realidad con el 0-3″]Le pesadilla se hizo realidad con el 0-3[/ze_summary] 

La pesadilla se hacía realidad cuando el lanzamiento de un córner acababa en un barullo en el corazón del área local; de nuevo la defensa daba todas las facilidades (después de que la torre Engonga se fajara como le era debido, ante la pasividad de los defensores rojillos) para que Chema, solo, aprovechara el rechazo: 0-3.

El Villarrobledo, noqueado, solo se recompuso en el último tramo de la primera parte. Su dominio tuvo el premio de un zapatazo con la diestra de Fran Minaya, beneficiario de la justicia poética que significaba que el jugador que tiraba del carro, marcara: 1-3 en el minuto 39.

[ze_summary text=»El 1-4 enfriaba los ánimos de un Villarrobledo al que el golazo de Fran Minaya había espoleado»]El 1-4 enfriaba los ánimos de un Villarrobledo al que el golazo de Fran Minaya había espoleado[/ze_summary] 

Cuando mejor estaba jugando el Villarrobledo, animado por el gol, Lin filtraba un pase perfecto a Sergio, que culminaba a la perfección a pie cambiado: 1-4 en el minuto 43. El filial andaluz es un buen equipo pelotero. Juegan muy bien al fútbol. Antes, Javi López se había redimido de su error garrafal salvando a su equipo de dos tantos marcados. Otra vez la endeblez defensiva rojilla.

Al descanso se llegó con 1-4.

[ze_summary text=»Pero este partido era una locura, bendita para el espectador neutral»]Pero este partido era una locura, bendita para el espectador neutral[/ze_summary] 

Pero este partido era una locura, bendita para el espectador neutral. Nada más empezar el segundo tiempo, Perona cabeceaba a la red un buen servicio de Pablo García, un estilete incansable hasta que fue cambiado: 2-4. Otra vez ánimos.

Y otra vez el jarro de agua fría: dejaron a Sergio que tirara solo, el balón dio en el palo y el rechazo, cómo no, lo aprovechó, solo absolutamente, Sekou para poner el 2-5.

Pero el Villarrobleno no estaba muerto, lo que tenía mérito. Tras unos minutos en los que no pasó nada, Buitrago, que había salido para definir arriba, lo hizo de cabeza en una jugada que nació con un pase por la derecha de, cómo no, Pablo García: 3-5, qué locura.

De ahí al final, el Villarrobledo embotelló al Almería B. Era un partido loco pero hermoso, como lo fue el ahínco local contra la adversidad. Pero tan arriba se fueron los locales que un magistral -todo el partido- Chema filtraba un pase de tiralíneas a Darío, que ponía el «set» en el marcador, ya definitivo, un un choque que fue un loco homenaje al fútbol-espectáculo.

Villarrobledo: Javi López, Pablo García (Dani Lozano, minuto 85), Fran Minaya, Perona, Dani Cabezuelo, Juanma Montero, Juanma Acevedo, Alberto, Aitor Asensio (Raúl Calero, minuto 80), Berni y Piojo. También entró al campo Buitrago.

Almería B: Batalla, Navas, Iván, Soufiane, Igor Engonga, Callejón, Sergio, Corredera, Sekou, Chema y Lin.

Árbitro. Miguel Gómez Blázquez, del Comité Madrileño.

Cerca de 2.000 espectadores y más de 30 grados.

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