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viernes, 19 de abril de 2024
Así está el Tajo el 8 de febrero de 2018 aranjuez
Imagen de archivo del Tajo en en Toledo el 8 de febrero.
¡Una auténtica vergüenza! - 08 febrero 2018 - Toledo

Las imágenes son realmente reveladoras. Por no definirlas de otra forma. Sí, lo que ven es el río Tajo a su paso por Toledo. En concreto a la altura del Puente de San Martín. Bueno, el único e inigualable río Tajo. Absolutamente putrefacto, está realmente sepultado por las espumas y esto ya es algo que no se puede soportar. ¡Qué asco!

Lo que queda del pobre río Tajo

Las han grabado miembros de la Plataforma del Tajo en la capital regional y rápidamente han llamado tanto al 062, que es el teléfono del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, como al 112. La propia Plataforma del Tajo ha puesto en Twitter que la respuesta del Seprona a su llamada ha sido la siguiente:


«Bueno… Ya estamos otra vez con las espumas. Habrá que ir a coger muestras y a ver…».

Y que la respuesta del servicio de Urgencias 112 ha sido: «Señor, ¿y cuál es la emergencia?».

Añaden que ha ocurrido todo lo contrario con el cuerpo de Agentes Medioambientales de Castilla-La Mancha, «puesto que una llamada a uno de ellos ha bastado para movilizar a un equipo de rastreo».

 

Por cierto, que hace unos días, recuerden, la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) dijo que el río pasaba por Toledo mejor que nunca. ¿Ustedes qué piensan?

Hasta el lugar se han desplazado varios Agentes Medioambientales, quienes tomarán muestras de la mierda que llega al río Tajo procedente de los vertidos que se realizan en el río Jarama, en la Comunidad de Madrid.

Espumas que se pueden ver desde hace ya varios años y que no se han solucionado a pesar de las numerosas quejas y protestas. Imagen que pueden ver no solo los toledanos, también los miles y miles de visitantes que llegan hasta la capital regional y se encuentran con esta imagen, fruto de los continuos trasvases y de permitir desde la CHT que hasta aquí lleguen todos los desechos que se vierten al río Jarama, en Madrid. A todo ello hay que sumar la pertinaz sequía, aunque es el mal menor.

¡Qué asco y qué pena!

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