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06/11/2012junio 13th, 2017

Que mas da que sean setenta o ciento cincuenta, los caras duras, que se vienen aprovechando del dinero de los ciudadanos de la Región, gozando de una pensión vitalicia al reincorporarse al originario puesto de trabajo después de haber cesado como alto cargo.

El Gobierno de la Sra. Cospedal ha dado un campanazo que la hace conectar con los deseos de la ciudadanía que quiere ejemplaridad en sus políticos: que nadie se aproveche de su cargo para disfrutar de ventajas económicas. Para ello, ha dispuesto retirar todo tipo de pensión a los jefes cesantes, así como retirar los sueldos a todos los diputados, tanto del PP como del Partido Socialista, y que cobren dietas de asistencia a plenos.


Al cabo del tiempo, muchos años después, nos hemos enterado de una, ¿será la última? de las muchas putadas que a los bolsillos de los castellanos y manchegos nos hizo esta figura mundial que se llama José Bono,  y cuyo último piropo, se lo acaba de dedicar el The Wall Street Journal, calificándole  de «mediocre populista», ya que siendo Presidente de la Región, fue el que instauró un sueldo para los diputados regionales y así contentarlos.

Ahora Cospedal les dice que cobren de su trabajo habitual, y que por su dedicación a la cosa pública, cobren dietas de asistencia, y punto. Los socialistas, como era de esperar, han puesto el grito en el cielo con argumentos más propios del otro siglo: que se quiere «amordazar a la oposición», que «no quieren ser fiscalizados» y con ello, «solo la política estará al alcance de los ricos2… ¡Habrá mayor desvergüenza!

Los diputados rasos cobran 37.000euros al año, mas 13.000 euros cada año como indemnización. El problema no es otro, les jode volver a trabajar como cada hijo de vecino en su trabajo original, si es que aún les queda.

Por último, los socialistas, al no tener ninguna justificación, ni jurídica, ni moral, en defensa del mantenimiento de estas pensiones vitalicias, sacan una vez más, el tema tan manoseado, de los sueldos de Cospedal.

El otro problema que ha suscitado otro debate, es el relativo a que Cospedal se carga las pensiones vitalicias que determinados socialistas considerados «altos cargos», se retiraban con trescientos o setecientos euros de por vida. El número varía, pero podían rondar los ochenta «jefes» en unos momentos donde están en peligro las pensiones de millones de trabajadores que durante más de cuarenta años han cumplido con su esfuerzo y dinero a mantener el sistema actual de pensiones, y estos cara-duras por un corto espacio de tiempo de «jefes» se lo llevaban «crudo».

Ante estas medidas, los afectados, aconsejados por el propio partido socialista, han decidido recurrir. ¿Qué argumentos jurídicos alegarán?

Probablemente aquello de «Santa Rita, Rita; lo que se da no se quita».

Pero la culpa no es totalmente de ellos, si no de quienes autorizaron y consintieron esta indignidad: Bono y Barreda. Que respondan ellos. 

Ramón Ramos es licenciado en Derecho, letrado de la Junta de Comunidades y exgobernador civil. 

 

 

 

 

 

 

 

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