martes, 14 de mayo de 2024
Un conocido periodista deportivo 09/11/2011junio 14th, 2017

Como lo leen. Créanselo porque no es ninguna invención ni una escena cómica sacada de ninguna película de humor puro y duro. Aparcó el coche en la calle Luxemburgo, al lado de la avenida de Europa y frente a la Escuela de Gimnasia de Toledo, se fue tan tranquilamente a jugar al pádel y cuando regresó a su vehículo una hora y media después, ¡había desaparecido! Dicho así, pueden pensar que podría habernos ocurrido a cualquiera. Porque si estaba mal aparcado lo primero que pensamos es que se lo ha llevado la grúa o, por qué no, que nos lo han robado… Si es así, pues a poner la denuncia correspondiente.

Pero es que no fue ni una cosa ni la otra. Primero, porque no estaba mal aparcado, sino todo lo contrario; y, segundo, porque en realidad tampoco fue un robo. ¿Entonces? Lean y asómbrense.


La escena es tan real que, aunque no vamos a identificar al protagonista, sí diremos que es un conocido periodista deportivo radiofónico de la capital regional. Y que, como bien se pueden imaginar, juega al pádel casi a diario. Bien, pues resulta que el martes 8 de noviembre, a las 20.30 horas, aparcó su coche, de color vino burdeos, en la calle Luxemburgo. Y se fue tan tranquilo a echar su partidito de pádel justo enfrente, en las pistas de la Escuela de Gimnasia. Sí, sí, tan tranquilo.

Una hora y media después, cuando se disponía a cogerlo de nuevo para irse a su casa en el barrio de Santa María de Benquerencia, vio con sorpresa que su vehículo no estaba. Primero pensó que no se acordaba dónde lo había aparcado, pero no. No, no, no… Lo que ocurrió en realidad fue que se bajó del coche, lo dejó en punto muerto (sin ninguna marcha metida) y sin el freno de mano puesto. Lo que provocó que, como estaba en una pequeñísima pendiente, el coche (sin conductor, eso sí), se fuera muy lentamente hacia la carretera, lo que provocó que otros conductores se dieran cuenta y avisaran a la Policía Local. Mientras tanto, él disfrutaba de su pádel sin saber lo que estaba ocurriendo.

Y a la Policía Local no le quedó más remedio que avisar a una grúa y llevarlo hasta el depósito. ¡Dónde iba circulando un coche sin conductor! A partir de ahí hubo una pequeña confusión. Porque cuando el propietario del coche llamó para contrastar si, efectivamente, se lo había llevado la grúa o no, le dijeron que no debido a un «baile» en los números de la matrícula. Confusión que provocó que nuestro protagonista (imaginen el cabreo que debía tener a esas alturas) interpusiera una denuncia en la Policía Nacional.

Su compañero de pádel le tuvo que llevar a casa y fue allí cuando su esposa le deshizo el entuerto al comunicarle que habían llamado desde la Policía para explicarle que tenían el coche en depósito y explicándoles lo que había ocurrido.

La historia acabó como ya bien se imaginan. Casi 130 euros de multa tuvo que pagar para sacar el coche del depósito de la grúa… Que no estaba mal para el susto que se había llevado, claro.

Ahhh… ¡Y encima le habían metido una paliza considerable al pádel! Vivir para ver.

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