domingo, 5 de mayo de 2024
24/01/2012junio 14th, 2017

La primera crisis del Gobierno de María Dolores de Cospedal se ha saldado con la entrada de Carmen Casero en el núcleo duro del Ejecutivo y con el nombramiento para la cartera de Hacienda de Arturo Romaní, un técnico hijo del que fuera vicepresidente de Banesto.

Cospedal ha llevado a cabo una profunda remodelación de su Ejecutivo, que se mantiene con siete consejerías, pero en el que Economía se une a Empleo y se separa de Hacienda.


La crisis es consecuencia directa de la salida de Jesús Labrador, nuevo delegado del Gobierno en la comunidad, y del traspaso de sus funciones en Presidencia y Administraciones Públicas a Leandro Esteban, que sigue siendo portavoz pero deja el área de Empleo.

El hueco dejado por Labrador en el núcleo más político del Ejecutivo de Cospedal lo ocupará Casero, quien abandonará la Vicepresidencia Primera de las Cortes y el Ayuntamiento de Tomelloso (Ciudad Real).

Casero, abogada, tiene experiencia de gestión en ese Consistorio, de la que es portavoz municipal, y siempre ha contado con la confianza de la presidenta regional, María Dolores de Cospedal.

Así, fue viceportavoz del grupo parlamentario la pasada Legislatura y en la actual fue elegida vicepresidenta primera de las Cortes, mano derecha de Vicente Tirado al frente de un Parlamento regional en el que por primera vez tenía mayoría el PP.

Casero ya estuvo en las quinielas para sustituir a Carmen Riolobos como portavoz parlamentaria del grupo, cargo que finalmente recayó en Francisco Cañizares.

Ha sido, junto con Riolobos, el principal azote del anterior gobierno de la comunidad autónoma, si bien el tono de su discursó se rebajó en las últimas semanas a medida que crecían los comentarios sobre un posible cambio de cometido.

Ahora se enfrenta al reto de combatir una cifra de desempleados que supera los 225.000, desarrollar la ley de emprendedores impulsada por su antecesor y reactivar la economía regional en un tiempo marcado por el control del déficit.

El área de Hacienda, vital en la acción del Gobierno de una comunidad que cerró el año 2011 con un déficit superior al 9 por ciento y que debe reducirlo al 1,3 por ciento en 2011, Cospedal se la ha encomendado a Arturo Romaní Sancho.

Romaní, vecino de Toledo, es inspector de Hacienda y en la actualidad era inspector regional adjunto a la Delegación Especial de Castilla-La Mancha.

Es uno de los tres hijos de Arturo Romaní, exvicepresidente de Banesto, y Aurelia Sancho.

Arturo Romaní padre, ligado a UCD en Ciudad Real, fue condenado a trece años y ocho meses de prisión junto con Mario Conde por el «caso Banesto» tras la intervención de esa entidad financiera. 

 

 

 

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