El salón de actos del Mercado Municipal de Abastos de Villarrobledo fue escenario del acto de clausura y entrega de diplomas de la Escuela Taller “Yelmo de Mambrino”, en el que tomaron parte un total de 24 alumnos, en las especialidades de elaborador de vinos, elaborador de quesos, y de operaciones auxiliares de transporte y mantenimiento interno de industria alimentaria. El grado de inserción laboral de esta Escuela Taller ha sido hasta la fecha del 50 por 100.
En el acto, estuvieron presentes el alcalde de la ciudad, Valentín Bueno, el concejal de Desarrollo Local, José Antonio Cabañero, y el director de la Escuela Taller Valentín Solana.
Tras la proyección de un vídeo que recogía el trabajo que a lo largo de un año han venido realizando los alumnos en las tres especialidades antes citadas, José Antonio Cabañero, expresó su agradecimiento a los profesionales que han hecho posible la realización de esta Escuela Taller «Yelmo del Mambrino», así como a las empresas que han decidido dar una oportunidad laboral a nuestros alumnos y alumnas, y a todos los que directa o indirectamente han hecho posible este proyecto.
Según estas fuentes, han sido 12 meses de intenso trabajo, en los que a través de una resolución de la Consejería de Empleo y dotada con 306.266 euros, había posibilitado que estos talleres se pudieran realizar.
La adquisición de hábitos laborales mediante una preparación teórico-práctica que facilitase el acceso al mercado laboral ha ayudado a crecer a los alumnos como personas, según Cabañero, que matizó que el objetivo había sido doble, ya que por un lado han recuperado el terreno en el plano educativo, que habían dejado atrás, y por otro se habían preparado para la integración en el mercado laboral en especialidades donde realmente existe demanda de personal cualificado.
Por su parte, el alcalde de la ciudad, Valentín Bueno, reveló que desde el equipo de gobierno municipal se estaba trabajando en conseguir de nuevo esta Escuela Taller, a tenor de los magníficos resultados obtenidos, en una ciudad como Villarrobledo, donde el sector agroalimentario constituía uno de los pilares básicos de la economía local.