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lunes, 17 de junio de 2024
Imagen del Instagram de Esteban Berlanga
Medalla de Oro de CLM - 26 mayo 2024 - Toledo

El bailarín Esteban Berlanga Fernández, bailarín principal en el Ballet de Zúrich desde 2022, desvela que lo que le llena de su profesión es la posibilidad de meterse en un personaje y «poder hacer sentir al público» las cosas que él quiere expresar.

Esteban Berlanga (Motilleja, Albacete, 1986) recibirá el 31 de mayo, Día de la Región, la Medalla de Oro de Castilla-La Mancha en reconocimiento a su trayectoria internacional y contribución al prestigio de la danza y, en una entrevista con la Agencia EFE, agradece este premio y admite el «orgullo y privilegio» que le supone recibirlo, pues considera que es a su persona y sobre todo a su carrera, por lo que asegura que este tipo de galardones le animan a «seguir adelante, a seguir soñando un poquito más alto».


La vocación por danza iba «impresa» en él

Berlanga repasa sus inicios en su profesión y afirma que su «vocación por la danza» venía «impresa» en él, porque «es algo que estaba ahí y desde muy chiquitito fue saliendo», a pesar de que en su familia no ha habido músicos profesionales, aunque sí recuerda que uno de sus abuelos tocaba el saxofón, pero «todo muy amateur».

En este punto, reconoce que su familia le apoyó desde el primer momento y, de niño, sus padres le apuntaron a una academia porque «no dudaron en ningún momento».

Por ello, Berlanga considera que si tuviera que dar un consejo a quienes en estos momentos quieren dedicarse a la danza, cree que más que dárselo a los niños que quieren ser bailarines, se lo daría a los padres.

«Cuando vean talento, deberían poder arroparlo y acompañarlo en ese proceso, porque muchas veces puede ser muy difícil psicológicamente. No es fácil salir de tu casa tan jovencito, hacerte tu vida tan jovencito y no todo el mundo lo consigue, hay gente que se queda por el camino precisamente por falta de madurez o de apoyos», afirma Berlanga.

Berlanga comenzó su formación en el conservatorio de Albacete a los 9 años y después, con 16 años, se marchó a Madrid para continuar sus estudios, pues afirma que «el que quiere estudiar y dedicarse profesionalmente, siempre tiene que salir».

De danza española a clásica

Asimismo, rememora que sus inicios fueron en danza española y recuerda que lo primero que aprendió a bailar fueron sevillanas, si bien al acceder al Grado Medio, cuando hay que escoger entre danza española o danza clásica, sus profesores le aconsejaron que optara por clásica porque «es la base de todas las danzas y, al tener esa base, siempre puedes en cualquier momento coger otra rama», una decisión de la que sostiene que no se arrepiente.

Con todo, reconoce que «de vez en cuando» sí baila danza española «como hobby» porque le encanta y asegura que los bailarines flamencos y la danza española son «maravillosos».

De Londres, a Madrid y Zúrich

Tras finalizar su formación, Berlanga recuerda que se marchó a Londres, donde llegó a primer solista del English National Ballet; posteriormente ha sido bailarín principal de la Compañía Nacional de Danza, en Madrid y en la actualidad es bailarín principal en el Ballet de Zúrich, tres etapas que han sido «un aprendizaje» que evoluciona «conforme va cambiando la vida».

A lo largo de su trayectoria, ha interpretado ballets de la talla de ‘El Lago de los Cisnes’ o ‘La Bella Durmiente’, aunque reconoce que el papel «más especial» fue una pieza creada por David Dawson para él y otro bailarín, denominada ‘Font Fauno’.

«Para mí, Londres fue mi casa, donde aprendí a bailar realmente», afirma el bailarín albaceteño, que recuerda que en su paso por el English National Ballet hizo «los grandes clásicos, piezas muy largas de ballet, cosas bastante potentes de calidad, de sensibilidad, artísticamente hablando».

Tras su etapa de siete años en Londres, recaló en la Compañía Nacional de Danza y cuando llegó, ya tenía «el escalafón más alto» y la gente le tenía «un poco más de respeto porque llevas los papeles más importantes, el peso de la compañía y hay que dar ejemplo a los más jóvenes».

También afirma que, al estar en España, disfrutó «mucho más de la familia» y también tuvo oportunidad de hacer «muchas más cosas fuera de la compañía» como bailarín invitado.

Y su etapa actual en Zúrich también le está aportando «muchísimas cosas» y apunta que la compañía se encuentra inmersa en ‘Atonement’ de Cathy Martson, basada en la novela homónima de Ian McEwan, y también están preparando ‘Nijinski’, un retrato del bailarín y coreógrafo Vaslav Nijinski, que se estrenará el 14 de junio.

Un viaje ida y vuelta a Zúrich en el mismo día

A pesar de este calendario, Berlanga afirma que estará el 31 de mayo en Toledo para recoger la Medalla de Oro de Castilla-La Mancha, en un viaje de ida y vuelta a Zúrich en el mismo día, pero que realizará para poder recibir esta distinción el Día de la Región.

Con esta trayectoria, Berlanga asegura que aún no tiene decidido qué hará cuando decida «colgar las zapatillas». Aunque apunta que quizá lo que más «le encaja en la cabeza» es quedarse en una compañía profesional «como maestro repetidor, para trabajar con los bailarines más profesionales y poder trabajar el tema artístico».

Sin embargo, reconoce que es complicado que pueda volver a España porque «el sector de la danza se ha vuelto bastante difícil y está muy mal pagado y muy mal valorado». Así lamenta que «no hay mucho donde poder trabajar, no hay muchas compañías».

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