sábado, 27 de abril de 2024
27/10/2011junio 14th, 2017

No se separan desde 1998. Secretaria siempre, a veces «madre», persona de toda confianza y depositaria de todas las confidencias, Margarita Sánchez es ya la jefa de Gabinete del alcalde de Toledo, Emiliano García Page. Por lo tanto, es la responsable de su endiablada agenda, por la cantidad de cosas que el regidor toledano haca cada día. La agenda era un apartado en el que ya venía interviniendo junto al hasta ahora responsable del gabinete, Javier Ruedas, nombrado gerente de la Empresa Municipal de la Vivienda Toledana.

Page descubrió a Margarita Sánchez en la Consejería de Obras Públicas en 1998 y desde entonces ha formado parte siempre de su gabinete hasta convertirse en su secretaria y una de las personas de su círculo personal. Una especie de sombra de la que el líder socialista no ha querido desprenderse ni alejarse desde que en 2001 la nombró su secretaria particular cuando era consejero Portavoz del Gobierno de Castilla-La Mancha. Siguió con él en la Vicepresidencia y le acompañó en la Alcaldía.


Por su papel dentro del gabinete y por la confianza que el alcalde tiene en ella -pide siempre su opinión- hace tiempo que Margarita es mucho más que la secretaria personal del alcalde. Ella tiene, por ejemplo, una buena parte de la culpa de las buenas relaciones de Page con la Iglesia toledana, tanto con sus responsables como con sus miembros de a pie (conventos, parroquias…) porque en ese círculo se mueve como pez en el agua. No en vano llevó durante 15 años la secretaría del colegio Nuestra Señora de los Infantes, dependiente del Arzobispado de Toledo.

La nueva jefa de gabinete ha sido, desde su puesto en la antesala de la Alcaldía, una eficaz embajadora y un escudo impagable para García-Page. Por su larga experiencia en el Gobierno de Castilla-La Mancha y la cercanía al líder socialista más cotizado del momento, Margarita Sánchez es una de las personas mejor informadas de la región. Su agenda de teléfonos es una joya. Aunque ella se limite tomarse el nombramiento con normalidad y prudencia: «Toda mi vida he estado trabajando en puestos de confianza y lo hago con entrega y mucha ilusión», dice.

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