La Real Fundación de Toledo ha constituido un grupo de trabajo compuesto por profesionales especializados con el fin de llevar a cabo un nuevo proyecto sobre Vega Baja, proyecto puesto en marcha por esta institución tras su aprobación en la última Comisión de Gerencia celebrada el 9 de enero.
Partiendo de la premisa de que «poco o nada se ha avanzado en la planificación de esta zona acorde con sus valores históricos, paisajísticos y urbanos y en el conocimiento científico», este grupo de trabajo ya ha perfilado una serie de medidas como solicitar a la Consejería de Educación, Cultura y Deportes de Castilla-La Mancha y a Toletum Visigodo el acceso a la documentación, «sin la cual es imposible restituir y valorar la evolución histórica del lugar».
En nota de prensa, la Real Fundación añade que otra acción es acudir a foros científicos donde se puedan dar a conocer, contrastar y debatir la información, los datos y problemas que plantea la Vega Baja «con el rigor científico del que hasta ahora han carecido». Algo que valoran de «máxima importancia» es conseguir transmitir a los ciudadanos el valor, el significado y el potencial de Vega Baja, de manera que «de una vez por todas» desaparezcan las dudas y resquemores que se detectan en la opinión pública, «tan lógicos por otra parte dada la situación actual y el proceso que hasta ahora hemos vivido».
La Real Fundación, no sin antes recordar la fecha del 26 de julio de 2006 -cuando fue paralizada la urbanización de este espacio-, pone de manifiesto que se han ejecutado obras y aprobado planes de urbanización que han afectado de manera irreversible a la integridad espacial y al yacimiento arqueológico. «Nuestra preocupación aumenta cada día al ver el abandono y la falta de proyecto de futuro por parte de las administraciones públicas responsables. A lo largo de estos seis años hemos dedicado una atención constante, hemos denunciado, informado, alegado, debatido y discutido, hemos propuesto medidas y soluciones».
Insisten en que continuarán defendiendo que toda actuación en Vega Baja debe hacerse según dos criterios: trabajar con la totalidad del territorio que conforma la unidad histórica de Vega Baja, con una visión de conjunto y un tratamiento integral que tenga en cuenta sus valores patrimoniales, además de sus intereses urbanísticos; y una protección legal también integral, de manera que Vega Baja se integre jurídicamente en el conjunto histórico-artístico de Toledo declarado en 1940.
La institución concluye señalando que «algunos pensarán que es un esfuerzo inútil, pero queremos demostrar que aquella paralización de hace seis años puede conseguir una ciudad mejor. Hoy de nuevo el abandono y el peligro se ciernen sobre el pasado que debe ser nuestro futuro, la Real Fundación de Toledo defenderá esta misma actitud siempre que se comprometa el valor patrimonial y paisajístico de cualquier zona, por eso vamos a repensar y soñar juntos un proyecto urbano diferente que recupere para Toledo la Vega Baja».