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12/10/2012junio 13th, 2017

Los comienzos de un joven palista olímpico, Paco Cubelos, fueron de esta guisa: Su tío José Ángel fue el culpable, todo un nombre del piragüismo regional, presidente del Talak y la Federación de Castilla-La Mancha. «Él fue el que metió a Héctor, el mayor, y luego entramos el hermano mediano, Rodrigo, y yo, para ir los tres juntos a practicar. Y hasta hoy», relata el protagonista.
Paco Cubelos apenas tenía siete añitos. «El primer día fue algo desastroso, Me caí tres veces pero me lo pasé muy bien. Tenía ganas de repetir al día siguiente. Cada vez me iba enganchando más», prosigue.
Y eso que el primer día, claro, montó en una piragua de iniciación, pequeña, en la que es muy, muy difícil volcar. «Como era un chaval y estaba haciendo el tonto, me caí varias veces, más que nada por jugar con mi hermano. Pero no fue nada dramático, volví a montar, me lo pasé bien, me bañé un rato… la verdad es que me encantó», rememora.

Los Juegos de Río de Janeiro quedan muy lejos, pero los tiene ya en mente: «Queda mucho tiempo y hay que entrenar mucho. El trabajo está enfocado para esa cita. Pero hay que ir año a año, pasito a pasito, cumpliendo objetivos para llegar allá lo mejor posible, ya que tengo muchas ganas y estoy muy animado», responde.


Tras la tempestad de los Juegos Olímpicos de Londres, en los que la juventud e inexperiencia no le impidieron al palista talaverano Francisco Cubelos besar la final y firmar un diploma olímpico en la final de k-1 1.000 metros, ahora le llega la calma de la preparación para las próximas competiciones: el Campeonato de España y de Castilla-La Mancha, las dos el próximo mes de marzo. En las dos aspira a lo máximo, de hecho es el vigente campeón de España. Y es que el joven Cubelos domina el K-1 nacional. En 2011 fue el mejor sobre 2.000 y 5.000 metros.

Londres fue para el joven campeón un hito, un lío, una vorágine. Le llegó la calma. Parece que no echa de menos el alboroto: «Hay momentos para todo, ahora es para estar tranquilo, entrenando a tope pero sin la presión de la competición», afirma muy tranquilamente.

Por otra parte, en todo se nota la crisis, y el piragüismo no es una excepción. Cubelos es un «afortunado»: suma las ayudas del Consejo Superior de Deportes (vive y entrena en la Residencia Joaquín Blume, en Madrid, y palea en el embalse de Picadas), el Clamo (Castilla-La Mancha Olímpica) y, en 2013, el Plan ADO, por habrer logrado diploma olímpico. Pero no le basta para ser autosuficiente. Así, la beca del Clamo se ha reducido ostensiblemente, de unos 7.000 a algo más de 4.000 euros, en casi la mitad. «Un recorte grande», apunta.

«Nos han recortado en becas, y eso hace que nos tengamos que costear cosas que antes no nos costeábamos. Ingresamos menos, por eso a veces tienes que poner de tu dinero para costearte el entrenamiento», explica.

EL TAJO, TAN MALTRATADO…

Paco Cubelos, como sus hermanos, milita en el Club Talavera Talak, que no cesa de reivindicar la limpieza del devastado río. ¿Ha servido de algo tanta reivindicación? Revela que han limpiado algo los márgenes pensando en las piraguas pero esto, obviamente, «no basta», asegura. También sostiene que el río, a su paso por Talavera, hay que dragarlo. «Es la única solución», apunta, aunque admite que ha habido mejoras tras constatarse que los juncos ganaban demasiado espacio al caudal y que el agua no corría…

Con todo, «el estado del río sigue siendo el mismo, no tiene profundidad, el agua no discurre bien…», constata.

Cubelos es todo un profesional de lo suyo. Le dedica íntegramente entre seis y ocho horas al día, aunque añade que en realidad, contando con la dieta y el cuidado diario de su estado físico, la dedicación es realidad full time: las 24 horas, que se dice pronto. «No es solo estar sobre la piragua, además son las horas de descanso, muy importantes, la alimentación, el entrenamiento adecuado antes de una competición…», explica.

Para que los responsables de concederle las becas estén tranquilos, este es un día normal en la vida del diploma olímpico Paco Cubelos: «En esta época del año, en la que no solemos ir mucho al pantano (al contrario que en verano, cuando se pasan todo el día allí), es así: desayuno, carrera, vuelta a la Blume para comer, descanso, entrenamiento vespertino, gimnasio, ducha, cena y tiempo de descanso, que él emplea en estudiar e irse a la cama temprano.

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