lunes, 29 de abril de 2024
Entrevista al futbolista del equipo verde 02/04/2016junio 7th, 2017

Juan Esnáider, delantero del Toledo, lleva 10 goles a falta de siete jornadas para el final de la liga pero avisa; quiere tres o cuatro más. Atiende a encastillalamancha.es en una entrevista en la que confiesa que sus ídolos fueron su padre, «nueves» ortodoxos como Shevchenko y Kluivert y jugadores «a lo Luis Suárez», que se parten la cara en el campo, como procura hacer él. Sobre el Toledo quiere que cunda la calma: «Estamos haciendo un buen año». Por último, es inevitable la fugura de su padre: «Siempre procuro hacerle caso, aunque él crea que no lo intento», dice.

«Tengo ganas de tres o cuatro goles más». Habla suelto, como buen argentino (de adopción y ancestros) y como juega: directo, ambicioso, de frente, sin tapujos. Es Juan Esnáider, delantero del Toledo, que se parece a su padre en el darlo todo en «la cancha», como dicen «por allá».


Lleva 10 goles pero quiere más. Admite que tuvo una racha «no positiva, que coincidió con un bajón del equipo», pero se le ve con ganas de más.

Recuerda que empezó pronto a jugar en una casa donde reinaba el balón, él y sus hermanos. Un «mundo» así le arrastró, pero curiosamente el nomadismo del padre hizo que le costase encontrar equipo hasta que recaló en los cadetes de San Martín (de donde nació su padre, Mar del Plata). Luego llegaron las Españas, el paso por los cadetes y juveniles del Madrid y los juveniles del Villarreal, hasta que una grave enfermedad de un hermano hizo peligrar su continuidad en el fútbol.

Tras su paso por el Rayo Majadahonda y Las Rozas llegaron el Zaragoza y el Huesca antes de la oportunidad del Toledo. Con los maños llegó a jugar varios partidos en Segunda, en la que marcó un gol. «En esta categoría te dejan jugar más que en 2ªB, donde son más agresivos», dice.

Es inevitable la alusión a su padre, Juan Eduardo Esnáider, su primer ídolo: «Intento hacerle caso siempre, aunque él crea que a veces no lo hago», dice. Asegura que le ayuda mucho. Juan graba sus partidos y se los pone para que le aconseje ya que por sus compromisos televisivos a veces no puede verlos. De él asegura que ha aprendido la brega continua, dejarlo todo en el campo, «lucharlo». No hay más que verle al jugador del Toledo para comprobar que en eso sí se le parece al exdelantero del Real Madrid, Zaragoza y Atlético de Madrid.

Juan Esnáider es modesto. Prefiere que los demás definan su juego, se le siente molesto al intentar definirse: «Procuro darlo todo, no irme del campo sin hacerlo, dicen que recibo bien de espaldas al rival, que voy bien de cabeza, pero que lo digan los demás, mejor que yo».

También admiraba a nueves natos como Shevchenko y Kluivert, «y a los jugadores tipo Luis Suárez, que lo dan todo», matiza.

De Onésimo, su entrenador, dice que es «muy cercano» y que dirige transmitiendo la manera en que le gustaba jugar a ese extremo tan habilidoso que regateaba hasta a su propia sombra: «Le gustan la posesión, el toque, llevar la manija, presionar arriba para hacerse con el balón».

En la última jornada el Toledo fidelizó contra el Amorebieta la máxima futbolera de «quien perdona lo acaba pagando», marrando varios vicegoles que al final aprovecharon los vascos para meterla a su primera de cambio. Juan Esnáider, ante el acercamiento a dos puntos del rival directo en pos del sueño de la promoción, el Sestao (su rival precisamente mañana), apela a la calma: «Fue solo un partido. Sin embargo contra el Talavera y el Real Unión fuimos muy efectivos. Son cosas del fútbol, que sirven para aprender. Tengo claro que estoy en un club que te exige, pero en todo caso estamos haciendo un buen año, no hay que venirse abajo, aunque es claro que nos gustaría estar en las posiciones del Barakaldo o el Castilla. Lo preocupante sería no crear ocasiones».

Un discurso muy positivo de un luchador en el campo. De quien seguramente piensa aquello de que la «suerte, para quien se la trabaje» o «que la inspiración te pille trabajando». Pues eso.

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