viernes, 17 de mayo de 2024
etiquetado de bebidas espirituosas 21/02/2013junio 13th, 2017

Asaja de Castilla-La Mancha ha destacado el «desastre» que supondrá para muchos agricultores de esta región que las bebidas espirituosas como el brandy o el vino de Jérez puedan elaborarse sólo en un 50 por 100 con alcohol de vino y que la graduación de éste baje de los 36 a los 30 grados.

Éste es uno de los aspectos «más perjudiciales» que conllevará, si prospera, la modificación del Reglamento europeo 110/2008 sobre etiquetado de bebidas espirituosas, que se debatirá el próximo día 26 en la UE y a la que Asaja se opone frontalmente como le ha hecho saber hoy mismo a la consejera de Agricultura, María Luisa Soriano, verbalmente y a través de «una carta urgente» remitida después.


Así lo han manifestado, en una rueda de prensa en Toledo, el presidente y el secretario regional de Asaja, Fernando Villena y José María Fresneda, tras reunirse con la consejera, ante la que han destacado la importancia de que Castilla-La Mancha, que tiene el 50 por 100 del viñedo de toda España, se oponga a esta reforma.

Ambos dirigentes agrarios han expresado su extrañeza por que España no tenga aún «una postura definida» ante la inminente celebración, el próximo día 26, del Comité de Gestión que debatirá sobre la reforma de este dicho reglamento, que defienden países como Francia y Portugal y algunas zonas españolas como Jérez, mientras que Italia se opone.

En este punto, el presidente regional de Asaja ha opinado que el sector del brandy y del jerez español «no deberían permitir, por una cuestión de elaboración más barata, un descenso en la calidad de sus productos, dada la repercusión negativa a nivel de su reconocimiento mundial».

Por su parte, Fresneda ha resaltado que la reforma del reglamento europeo sobre el etiquetado de bebidas espirituosas cuenta también con la oposición de la práctica totalidad del sector fabricante de alcoholes en España, donde esta medida tendría un impacto sobre los 4 a 6 millones de hectólitros que se dedican a destilación.

Aunque no han hecho ninguna cuantificación económica, Fresneda ha resaltado que las consecuencias de poder elaborar bebidas espirituosas a partir de subproductos como melazas, en lugar de vino, supone «un desastre» para muchos agricultores de la región, al afectar a una producción de 4,5 millones de hectólitros.

Ésta es la cantidad que se destina a destilación en una cosecha normal media de Castilla-La Mancha de 21,5 millones de hectólitros, ha precisado Fresneda, quien ha concretado que la reforma del Reglamento 110/2008 afectaría a unas 100.000 hectáreas de viñedo de la región.

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