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miércoles, 1 de mayo de 2024
Así se conserva el jamón ibérico.
CONTENIDO ESPECIAL CONSUMO - 13 marzo 2022 - Toledo

Una vez tengas tu jamón en casa, no basta con cortarlo e ir comiéndolo sin más, hay que darle una serie de cuidados, y con mucha delicadeza, si quieres que mantenga todas sus propiedades nutricionales, sabor, aromas y textura por mucho tiempo. Por eso, a continuación, te explicamos, detalle a detalle, la forma en la que se conserva el jamón ibérico.

Así se conserva el jamón ibérico

Por si no lo sabías, el jamón ibérico es un alimento con una alta composición nutricional, especialmente es una gran fuente de proteínas. Es verdad que, dependiendo de la raza, la edad y la alimentación de los cerdos de procedencia, esta composición nutricional varía pero, por lo general, podemos afirmar que tiene minerales como zinc, calcio, fósforo y potasio y muchas vitaminas del grupo B, como tiamina (B1), riboflavina (B2), piridoxina (B6) y niacina.


También es necesario detallar que no importa la forma en la que compres el jamón, ya sea la pieza entera, en trozos o en lonchas, porque en todas ellas es igual de importante su conservación para mantener intactas sus propiedades nutricionales. En definitiva, así es cómo se conserva el jamón ibérico según su presentación:

Pieza entera de jamón

Por pieza entera nos referimos a la pata de jamón completa o deshuesada. Estas piezas suelen tener unos 6 – 8 kilos y, una vez abiertas, duran alrededor de un mes. Para que durante el mes el jamón esté como el primer día de rico y de jugoso, lo primero a tener en cuenta es que hay que guardarlo en un lugar fresco y seco con unos 13 – 15ªC, donde no haya cambios bruscos de temperatura ni que le llegue la luz directa del sol. Es decir, intenta situarlo en una despensa oscura o, si lo tienes que poner en la encimera de la cocina, que sea lo más lejos posible de fuentes de calor como los fogones, freidoras o radiadores.

Además, también es importante que, una vez abierto el jamón, este se cubra para que no se seque, se oxide ni le lleguen insectos o polvo. Para ello, lo que hay que hacer es proteger la carne descubierta ya que el aire que le llegue le eliminará la humedad y, por consiguiente, toda su jugosidad, además de afectarle al color y al sabor de las primeras lonchas que cortes. Para cubrirlo, nunca lo hagas con film de cocina porque no lo dejará ni respirar ni sudar, así que lo mejor es que lo hagas de una de estas tres formas:

  • La opción más rápida es cubrirlo con la corteza y el tocino que te sobró de cuando lo abriste por primera vez.
  • Úntale la grasa de las vetas por la parte descubierta y cúbrelo, rápidamente, con un trapo fino de algodón que le permita respirar. Recuerda cambiar el trapo con frecuencia para que no acumule bacterias.
  • Compra un cubre jamones, el cual se trata de una tela 100% transpirable y preparada para tapar y conservar el jamón en óptimas condiciones.

Jamón al vacío

Tener el jamón envasado en una bolsa al vacío es una opción muy práctica si vas a tardar en consumirlo. No te preocupes porque mantiene las mismas propiedades que tenía en el momento en el que fue cortado y envasado, es decir, que cuando abras la bolsa tendrá su mismo aroma, sabor y textura y lo mantendrá, sin problemas, alrededor de 90 días. Lo que sí le notarás es que tiene un color diferente y eso se debe a que, al quedarse sin oxígeno dentro de la bolsa, se oscurece, pero solo le afecta al color no al resto de propiedades.

Volviendo al jamón que te han regalado por el Día del Padre, si te lo han regalado directamente al vacío o si has decidido cortar la pata y envasarla para que te dure más tiempo, debes saber que también necesitas darle unos cuidados especiales. Por ejemplo, debes conservarlo en la nevera a una temperatura que vaya entre los 5 y 10ºC. También puedes dejarlo a temperatura ambiente, con las mismas condiciones que la pieza entera, si lo vas a consumir en unos días.

Por último, aquí te dejamos un par de consejos de consumo para el jamón envasado:

  • Te recomendamos que, para apreciar todos los matices del jamón, lo atemperes antes de su consumo para que alcance los 23 – 24 grados, que es la temperatura ideal para consumirlo. Para ello, sácalo un rato antes de la nevera y deja la bolsa abierta un rato antes de comerlo.
  • Si te sobra jamón y no tienes en casa ningún aparato para volver a envasarlo al vacío, lo ideal es que lo envuelvas muy bien con papel film para que no le pase ni una gotita de aire.

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