viernes, 26 de abril de 2024
María José Acevedo, presentadora de “A la vuelta de la esquina” en RCM 14/12/2011junio 14th, 2017

«A la vuelta de la esquina» se la pueden encontrar tanto los sábados como los domingos en Radio Castilla-La Mancha. Voz poderosa, traviesa, parlanchina, un poquito «deslengüada» (entiéndanme bien) y con sabrosas respuestas. Porque ella es así.
María José Acevedo del Cerro dirige y presenta el magazine de los fines de semana en la radio autonómica y se ha ganado a los oyentes en apenas dos meses. De hecho, sus cifras están ahí: 56.000 oyentes los sábados y 34.000 los domingos, nada que ver con la etapa anterior.
Nació en Alcabón, ha pasado por Teletoledo, COPE y ahora RCM. Y sus gustos pasan por la lectura, la música («¡hubiera sido cantante, incluso hubo algún proyecto de grupo, pero…!»), hacer solitarios con las cartas y… De deporte, poco, aunque promete que en breve comenzará con el taichi, porque eso de correr… «¡Es aburridísimo!».
Pues ahí la tienen. No quiso hablar de sus lugares raros para el sexo porque quizás me iba a escandalizar; cree que, por supuesto, el tamaño importa y…
Muy buena gente María José. Activa, dinámica, periodista, agradable, parlanchina… ¡Radio en estado puro!

¿Me recuerda cuando, haciendo un reportaje en directo en un pueblo, se escapó una vaca del encierro y…?


¡Ay, Dios mío! ¿Empezamos así? Fue en Mejorada, haciendo los pueblos COPE en verano, que cogíamos el baúl como la Piquer gracias a don Jesús Moreiro y… Teníamos que hacer el programa en un tablao de la plaza. Vi unos barrotes muy separados, pero… Había un encierro a las 12 y el programa era a las 11. La plaza se empezó a llenar de gente. Los toros se hicieron los remolones y el encierro se retrasó. Empezamos el programa y los toros sin salir. Yo, con la mosca detrás de la oreja, pero decía: no pasa nada, aquí como una profesional… Arrancamos con el alcalde, llegan los toros y, de repente, se arma un revuelo, la gente empieza a gritar… ¡Yo no veía nada! Una señora me dijo que se había escapado un toro o una vaca, no lo sé, yo veía las patas por allí y pensaba: ¡Dios mío, qué grande! Al alcalde le mudó la color, se fue y yo no paré de hablar. Eso sí, les dije a los oyentes que si paraba de hablar es que me había ido por patas. He de decirte que tenía estudiada la fachada del ayuntamiento: a la ventana del segundo piso no llegaba, pero a la primera sí. En fin, luego no pasó nada. Ja, ja, ja…

¿Televisión o radio?

Ehhhhh… Radio. La tele tiene su punto, pero como inmediatez, naturalidad… ¡Radio, radio!

¿Me explica el subidón de oyentes que ha pegado en su programa radiofónico?

No lo sé. Es que son cosas… No hay explicación. A ver, estamos muy contentos con los 56.000 oyentes los sábados y 34.000 los domingos, pero con muchísima cautela porque estos datos son los primeros y al final la audiencia te examina todos los días.

¿Ha recibido alguna propuesta de amor de algún oyente?

Alguna vez… Fue en COPE y cuando tienes un programa te terminas metiendo tanto en la vida de la gente que al final todos somos un poco familia. Hubo un oyente que llamaba siempre que abríamos teléfonos y un día… ¡Menos mal que no fue en un directo! Un día me llamó y me dijo que le gustaría conocerme, quedar y tomar algo. Le concedí… Sí, sí, quedé con él, nos tomamos un café y… ¡Y ya está! ¡Hasta ahí! Él siguió siendo oyente y yo seguí siendo yo.

¿Por qué «A la vuelta de la esquina»?

Estaba en casa con un amigo y le dije que tenía que darme prisa con el programa porque el 8 de octubre, cuando comenzaba, estaba a la vuelta de la esquina. Me paré y dije: ¡Huy, a la vuelta de la esquina! Lo bueno de ese nombre es que a la vuelta de la esquina te puedes encontrar sorpresas. Así es la vida, ¡hay que doblar siempre las esquinas, no quedarse al otro lado!

¿A quién no entrevistaría nunca?

Yo creo que todo el mundo es susceptible de ser entrevistado.

¿Y a quién le gustaría entrevistar y todavía no ha podido?

¡Pues mira, a Julian Assange! Por la curiosidad de saber cómo se pueden llegar a destapar 250.000 archivos secretos americanos.

¿A quién votó en mayo?

Hummmm… ¡No! No se puede saber.

¿Mourinho o Guardiola?

No me gusta el fútbol, pero desde el punto de vista de forma de ser, Guardiola sin ninguna duda. Humildad antes que crispación.

¿Ha tenido presiones alguna vez para no sacar alguna información?

Presión como tal, no. Soy muy sincera, ¿eh? Ni en Teletoledo, ni en COPE ni ahora. Pero yo creo que, utilizando el sentido común, cada uno sabe muy bien dónde está en cada momento. Entonces… Tú vas un poco con el subconsciente y haciendo tu trabajo viendo dónde estás.

¿Qué programa de radio le gusta?

¡Soy muy magazinera, se me nota! Me encanta «El partido de las 12»; pero me ha marcado un magazine de madrugada que dirigía Enrique Campo en COPE, «A cielo abierto», de 1.30 a 6 de la madrugada. Yo no dormía, era flipante.

¿Está de acuerdo con la pena de muerte?

No.

¿Prohibiría la prostitución?

No, la regularía.

Sin trabajo ni prestación, ¿qué haría para comer?

Manda el instinto. Creo que no mataría, creo que no robaría, bueno… A lo mejor, en un super, pam bimbo y choped… ¡No sé! La situación te lleva a… ¡A mí me pasó cuando me atracaron!

¿…?

Una madrugada en Madrid. Yo tenía claro que en un atraco, toma el dinero y adiós. ¡Pero es que me pareció tan cutre el ladrón! Forcejeamos y él se llevó el bolso y yo me quedé con el asa. Gritando en la calle del Pez: ¡Devuélveme el carné! Mis pasos eran seguidos por otros pasos, me cambiaba de acera y los pasos también… Hasta que en una esquina apareció y salió corriendo. De repente apareció un señor y se lo conté, fue detrás de él y a los minutos regresó con mi bolso.

¿Qué personaje histórico sería?

María Pacheco. Por las convicciones tan fuertes que tenía y lo consecuente que fue. Hizo propia la causa de su marido cuando murió, fue un auténtico dolor de cabeza para Carlos V…

¿Qué libro está leyendo?

«Prométeme que serás libre», de Jorge Molist.

¿Cuál fue su primer sueldo?

Fueron mis primeras prácticas, en Lanza, en Talavera. Mi primer día fue el último del redactor; es decir, me dijo: «Tú te vas a quedar aquí sola, de vez en cuando va a venir una fotógrafa… Es que a mí me deben tres meses de vacaciones y me los voy a coger». Así fue mi primer verano, no había trabajando nunca en un periódico… Ja, ja, ja… Fueron 17.000 pesetas, que me gasté en los viajes de autobús de Alcabón a Talavera y viceversa.

¿Con qué duerme? Si duerme con algo, claro.

Pueeeees… En invierno, con algo así suavito y amplio; y en verano, pues… Cuando la temperatura pasa de 38 yo ya… Recreo mi nacimiento, podríamos decir.

¿En qué película hubiera actuado?

Como prota, claro, porque si no, no mola. Meryl Streep en «Memorias de África»; y… ¡También me hubiera encantado ser o Thelma o Louise!

¿Su mayor travesura?

¡He sido muy traviesa! Mi madre conservaba un anillo precioso que le había regalado mi padre cuando eran novios. Un día quedé a jugar con mis amigas y fui, con mucho glamour, con el anillo puesto. Me estaba grande y se perdió. Y mi madre: ¿Dónde habré guardado el anillo? Yo me callaba y así estuve… Al cabo de los meses se lo solté: mira, me vas a matar, pero se me perdió. Imagina la consiguiente bronca y algún cachete me llevé, seguro.

¿Qué programas del corazón ve?

Veo muy poco la tele y lo poco que veo lo invierto en otras cosas. Pero es verdad que de vez en cuando repaso lo que ocurre en los zapping porque… ¡Tampoco puedes ser ajena a la realidad!

Defínase: ¿de derechas, de izquierdas o de centro?

En el término medio está la virtud, pero es verdad que hay muy pocos virtuosos. No me gustan los extremos, cada ideología tiene su parte buena y mala. Así es que yo… Del lado del sentido común.

¿Cree que el tamaño importa?

¡Sí, claro!

¿Por qué?

¿Te lo tengo que explicar?

Si quiere…

Pues… Hombre, pues… ¡Es que explicarte esto…! Es obvio, claro. ¡Otra cosa es que te conformes con lo que te llegue o con lo que tengas, pero…! ¡Por pedir ningún alma se condena! Ja, ja, ja…

¿El juego del parchís es cosa de hombres? Se lo digo porque ya sabe aquello de que se comen una y cuentan 20…

Es un tópico que va perdiendo fuerza. Es verdad que sóis un poco así, pero veo que en el género femenino también hay mucha parchisera o como se llame.

¿Se atreve a decir el lugar más raro donde ha practicado sexo?

¡Huy… Si te lo dijera te escandalizarías!

Para eso estamos…

¡No quiero que pases un mal día! Ja, ja,ja…

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