Un «pope» del fútbol sala. Ahí le tienen. Ha vuelto el hijo pródigo. No sabemos por cuanto tiempo, pero después de una buena temporada de casi cinco años en Moscú, entrenando a uno de los más grandes del continente, Tino Pérez-Moreno ha regresado a su Toledo para descansar. Hasta que le surja una oferta interesante, que seguro que no le van a faltar. Porque el MFK Dínamo de Moscú ha sido su último equipo; el primero fue el Talavera, heredero de aquel Toledart que deslumbró a propios y a extraños en una época gloriosa para este deporte en la capital regional; y ahora…
Pues Tinín, o Tinaja, como le llaman los Javi Lorente y compañía, se ha sometido a la Entrevista Irreverente de encastillalamancha.es, de la que están leyendo un adelanto porque íntegra la publicaremos mañana viernes. Y… Esto es un poco lo que ha pasado…
Vamos a ver, a Tino, cuando era jugador, sus compañeros del Toledart le llegaron a dejar tirado en un hotel de Valencia cuando el autobús se marchó sin él ¡¡¡y ninguno de sus compañeros se dio cuenta de que faltaba!!! Ja, ja, ja… La que tuvo que liar para regresar. Vamos, que el capitán del equipo tuvo que ir hasta Tarancón (Cuenca) a recogerle.
Se declara gafe de los pies a la cabeza y, sorpréndanse, dice que le gustaban los 36 grados bajo cero a los que se tuvo que acostumbrar a vivir en la capital rusa. ¡Ufffffff…! Y que miedo en realidad solo tuvo una vez, cuando decidió salir por primera vez de España para entrenar y se fue nada más y nada menos que a Rumanía. La primera vez, porque a partir de ese momento fue coser y cantar.
Su etapa como entrenador comenzó cuando era segundo del mismísimo Jesús Velasco, actual técnico de Interviú, y ambos llevaban al Toledart. El cambio de ubicación del club, de Toledo a Talavera, propició que unas rencillas entre Velasco y el propietario, Vicente Nieto, acabara con Tino como máximo exponente del banquillo. Desde entonces ya no ha parado…
Por cierto, vamos a lo que vamos… ¿Qué le ha pasado en más de una ocasión en algún bar o discoteca? ¡¡¡Que le han pellizcado en sus glúteos personas de su mismo sexo!!! Se dio la vuelta, se quedó mirando y… Ja, ja, ja… Y ojo, que es tan lanzado que por comer haría cualquier cosa, tanto si hay que posar desnudo como atender un teléfono erótico. Y si hablamos de practicar sexo en un lugar raro…
Ja, ja, ja… ¡Eso se lo dejo para mañana!