Atenazados por el caso de su ex tesorero Luis Bárcenas y con los jueces investigando si ha habido una presunta financiación ilegal del partido, tanto Mariano Rajoy como el PP dicen y repiten que van a luchar contra la corrupción «caiga quien caiga» -palabras de María Dolores de Cospedal-, que van a endurecer las penas para castigar esas conductas y que van a adoptar otras medidas para que no se repitan esos escándalos políticos. Pero muchos ciudadanos opinan que, en este terreno, los «populares» siguen «mareando la perdiz».
A pesar de esas declaraciones de buenas intenciones, los diputados del Partido Popular han impedido el martes último -votaron en contra- que el Congreso tramite una proposición de ley para la lucha contra la corrupción, que incluye no sólo el endurecimiento de las penas que ha anunciado Rajoy, tanto para los corruptos como para los corruptores, sino otras muchas medidas y la reforma de siete leyes.
DICEN «NO» PORQUE LO PROPONE IU
¿Por qué esta incoherencia del PP? Muy sencillo: porque esa última propuesta contra la corrupción la presentó el grupo de Izquierda Unida y la defendió en el Pleno su coordinador federal, Cayo Lara. Si los objetivos de esta proposición coinciden con los que el PP dice que va a presentar, y buena parte del contenido también, lo lógico, lo más normal y lo que dicta el sentido común es que el partido de Rajoy hubiera votado a favor de tramitar la iniciativa de IU, porque después podría haber modificado en ella lo que considerase conveniente con la holgada mayoría absoluta que tiene en el Congreso. Pero ya se sabe que el sentido común es, muchas veces, el menos común de los sentidos, y más en la vida política.
Cuando la corrupción se ha convertido en el pan nuestro de cada día para los ciudadanos, que contemplan asombrados cómo alguien que ha sido senador y tesorero del PP durante 20 años llegó a tener 38 millones de euros en un banco de Suiza sin declararlos a la Agencia Tributaria española, el PP se permite no aceptar una propuesta contra la corrupción, muy seria y la más completa de un grupo parlamentario en las últimas legislaturas, simplemente porque el padre de la criatura es Izquierda Unida. Lamentable.
EL INCOMPRENSIBLE ERROR DE GARCÍA-TIZÓN
Y eso no es todo. El diputado Arturo García-Tizón, presidente de la Diputación de Toledo, justificó el «no» del PP a la propuesta de IU en que Rajoy ya anunció en el Debate sobre el Estado de la Nación que va a presentar propuestas, modificar leyes y constituir comisiones y grupos de trabajo para combatir la corrupción, por lo que hay que esperar a que el Gobierno lleve la iniciativa. ¿Acaso no pueden los grupos parlamentarios poner en marcha sus iniciativas al mismo tiempo que el Ejecutivo adopta propuestas?
Y más aún. García-Tizón reprochó a IU que no apoyara una propuesta del PP sobre la regeneración de la democracia y la corrupción, aprobada en el citado Debate sobre el Estado de la Nación, y haya preferido presentar una proposición similar días después pero en solitario, sin contar con ninguna otra fuerza política. No aclaró que aquella propuesta no contó con el apoyo del PSOE, IU-ICV-CHA y ERC, que se abstuvieron, porque el PP no decía con total certeza que la Casa Real va a estar incluida en la Ley de Transparencia, entre otros motivos.
Sorprende que un diputado tan veterano en el Congreso como García-Tizón haya cometido semejante error para explicar el «no» de su grupo. Basta un simple dato para echar por tierra su argumento: IU registró su iniciativa contra la corrupción el pasado 2 de febrero, a raíz del «caso Bárcenas» y otros asuntos , y la propuesta del PP en el Debate sobre el Estado de la Nación fue debatida y aprobada el 26 de ese mismo mes, es decir, 24 días después.
La iniciativa de IU se ha debatido esta semana porque los grupos minoritarios del Congreso tienen un cupo muy limitado para presentar proposiciones de ley, proporcional a su número de diputados, y ésta del 2 de febrero ha correspondido que sea debatida en el Pleno del martes día 19. No es que IU haya querido actuar en solitario después del Debate sobre el estado de la Nación, como le reprochó el diputado que preside la Diputación toledana.
NO… PERO SÍ
Para completar la contradicción, ese mismo martes en que el PP votaba contra la propuesta de IU, el portavoz de los «populares» en el Congreso, Alfonso Alonso, recordó a todos los grupos parlamentarios que en aquel debate acordaron poner en marcha diversas iniciativas sobre regeneración democrática y transparencia y les animó a empezar a hacerlo. Muchas de ellas están incluidas en la proposición de ley de IU que el PP no ha querido tramitar.
La lengua castellana es muy rica y para este tipo de actuaciones tiene una definición sobradamente conocida: «marear la perdiz». Eso es lo que está haciendo el PP al proponer la creación de comisiones de estudio, ponencias y grupos de trabajo al tiempo que rechaza propuestas que establecen actuaciones muy concretas, sólo porque vienen de la oposición.
Y EN CASTILLA-LA MANCHA…
En la política, una cosa son las legítimas discrepancias entre un gobierno y la oposición y otra las posturas radicalmente enfrentadas en que un partido ve blanco lo que el adversario asegura que es negro. Esto último sucede con el borrador del Plan Hidrológico de la Cuenca del Tajo.
El Ayuntamiento de Toledo, socialista, lo ve como «una puñalada al río», mientras el PP lo califica de «un hito histórico» y dice que por la capital regional va a pasar «muchísima más agua». En Talavera de la Reina, el alcalde del PP ha dicho que ahora se va a acabar con el tradicional «olvido» de la Ciudad de la Cerámica, mientras los socialistas lo califican de «decepcionante» porque aseguran que se reduce en un 40 por 100 la reserva hidráulica que se fijó en 2011. Algo no funciona bien en la política castellanomanchega.