Un estudio de la Fundación Ideas del PSOE considera que a finales de este año, la destrucción de empleo en Castilla-La Mancha alcanzará los 45.000 puestos de trabajo, «frente a los 37.000 previstos por el Gobierno de Rajoy», según el secretario de Ideas y Programas de la Ejecutiva Federal del partido, Jesús Caldera, de tal manera que el paro total llegaría a las 290.000 personas. El referido estudio concluye que el impacto de la reforma laboral en la economía regional es «negativo», ha dicho Caldera, que ha estado acompañado esta mañana por el secretario general de los socialistas castellano-manchegos, Emiliano García-Page. Creen los socialistas que la reforma destruirá entre 4.600 y 8.500 empleos este año.
El secretario de Ideas y Programas de la Ejecutiva Federal del PSOE, Jesús Caldera, ha avanzado que la destrucción de empleo en Castilla-La Mancha será de 45.000 puestos de trabajo a finales de este año frente al cálculo del Gobierno de España, que la estipula en 37.000, de tal manera que, siempre según el estudio de la Fundación Ideas, el paro en la región superará las 290.000 personas.
El referido estudio, cuyo impacto en Castilla-La Mancha lo ha detallado el exministro socialista, valora el impacto de la reforma laboral sobre la economía. A tenor del mismo, Caldera, que tiene claro que el impacto es «negativo», considera que el 27 por 100 de paro que hay ahora en Castilla-La Mancha «se debe a la destrucción de empleo, no al aumento de la población activa».
«HAY UN CONSENSO SOBRE QUE HABRÁ RECESIÓN»
«Hay un consenso sobre que en 2012 y 2013 España estará en recesión», ha añadido Caldera, quien a continuación ha analizado los pormenores del supuesto impacto negativo de la reforma laboral sobre la economía regional.
Así, el exministro de Trabajo y Asuntos Sociales cree que la reforma, al contrario de lo que ocurre en la norma laboral alemana, no ha jerarquizado las medidas de flexibilización en las empresas, tales como la reducción de la jornada. Al respecto, Caldera asegura que en vez de ello, se aplica un tratamiento de choque como el despido «que debería ser la última ratio», ha puntualizado.
Además, el estudio de la Fundación Ideas añade que la «reforma laboral no se ha establecido para contratar». Caldera ha puesto de ejemplo el contrato de emprendedores, «que es por un año como periodo de prueba, tras lo cual llega el despido libre. ¿Qué incentivo es ese?», se pregunta.
Junto a lo anterior, otro aspecto de la reforma laboral criticado por el PSOE se refiere al hecho de que «no exige a la empresa que aumente la plantilla, teniendo en cuenta que las ayudas a esta contratación son las más altas que ha habido», ha afirmado. Caldera ha calculado en 15.000 euros lo que puede obtener una empresa por contratar a un nuevo trabajador «mientras puede despedir a varias personas por razones objetivas», ha objetado. Ha calculado lo que le cuesta a una empresa echar a un trabajador con mucha experiencia: poco más de 20.000 euros. Insiste en que «no hay incentivos a la mejora de la actividad productiva».
Para Caldera, otro efecto negativo de la reforma laboral sería la destrucción de empleo público. Al respecto, ha constatado que las administraciones, tras tres trimestres demostrando insuficiencia presupuestaria («¿y a quién no le pasa ahora?», se pregunta) deben despedir a sus trabajadores, «al contrario de lo que se estipula en la empresa privada, en las que se prevén medidas de flexibilización», ha analizado.
Otra cuestión que le preocupa al dirigente socialista es que «la reforma suprime todos los incentivos de flexibilidad para el cuidado de hijos y la vuelta al empleo tras ser madre, teniendo en cuenta que en los últimos años la incorporación de la mujer al mundo laboral creó muchos puestos de trabajo».
Por último, el estudio de la Fundación socialista considera que la reforma «facilitará la reducción de salarios, lo que traerá a su vez una caída de la renta disponible por las familias, una contracción del consumo privado, una caída del PIB y un menor crecimiento».
PAGE: «EL GOBIERNO REGIONAL ESTÁ PARALIZADO»
Por su parte, el secretario general de los socialistas castellano-manchegos, Emiliano García-Page ha afirmado que el Gobierno regional «está paralizado» y cree que Castilla-La Mancha está en «una situación de alto riesgo, ya que está situada en uno de los peores lugares en el ránking».