jueves, 16 de mayo de 2024
09/11/2012junio 13th, 2017

El secretario general del PSOE de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha advertido hoy de que el debate sobre los salarios de los políticos «no ha hecho nada más que empezar» y ha mostrado su disposición a dialogar, pero empezando por el sueldo de la presidenta regional, María Dolores de Cospedal.

García-Page se ha pronunciado así a preguntas de los periodistas en rueda de prensa sobre la iniciativa parlamentaria presentada por el PP para eliminar el sueldo de los diputados regionales que se tomará en consideración hoy en el pleno de las Cortes autonómicas.


El líder del PSOE castellanomanchego ha señalado que es el momento para «hablar con sensatez» y, por tanto, no va a aceptar «ninguna lección» de la presidenta autonómica sobre el tema de los sueldos de los políticos ni sobre las relaciones entre familiares y política porque, a su juicio, es de las políticas «con menos credibilidad» para hablar de ello.

«El debate no ha hecho nada más que empezar», ha afirmado García-Page, quien ha adelantado que el grupo parlamentario socialista planteará un batería «importante» de iniciativas, empezando por el salario de Cospedal y de los pluses que ella percibirá cuando deje de ser presidenta.

El líder socialista se ha mostrado dispuesto a dialogar, como de si «no tiene que cobrarse en política», pero ha temido que no vaya a producirse porque «es un diálogo que tiene que empezar por ella misma».

Ha afirmado, además, que habrá debate sobre las incompatibilidades de los diputados y el PSOE cuestionará que los diputados del PP que se retiren el sueldo vayan a «cargárselo» a los ayuntamientos.

A juicio de García-Page, lo que hace Cospedal al impulsar la eliminación de los sueldos a los diputados es «demagogia barata» porque «sabe que tiene un rechazo social en la calle que es de caballo y pretende tener la mínima crítica posible».

«Si pudiera dejar las sesiones parlamentarias en un mes al año, lo haría porque es una lata venir a Toledo desde Madrid, aunque sea dos días a la semana», ha criticado García-Page, quien ha lamentado que con esta medida se está queriendo «apartar la preocupación sobre el paro y sobre los nubarrones de la situación económica de España». 

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