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15/01/2014junio 9th, 2017

La joven ganadora del premio de 500 euros contenido en un roscón de reyes que formaba parte de una promoción de la panadería «La Tahona» de Illescas (Toledo) ha vuelto a tardar en aparecer, como ya sucediera en 2013. Esta vez el dueño de un restarante local compró el roscón sin creerse la promoción, por eso regaló uno de los últimos trozos a un trabajador marroquí de su empresa, que desconocía que podía contener un vale con 500 euros.
Así, cuando una de sus hijas, Safae, encontró el «papelito», tampoco se lo creyó. Iba a tirarlo a la basura cuando fue en su auxilio su madre, quien le dijo que lo llevara a la panadería por si acaso. Lo entregó en La Tahona el sábado 11 de enero, cinco días después de reyes, preguntando si el vale daba derecho a un sorteo. No, había ganado un premio de 500 euros que le van a entegar el próximo viernes 17. Y el padre, Youssef, quien como a tantos ciudadanos no le sobra el dinero, lo destinará a pagar dos mensualidades de su vivienda en la que vive de alquiler.

En la foto, con Francisco Rodríguez (a la izquierda) los ganadores de los 500 euros de 2013, que también tardaron varios días en aparecer.


La historia de la promoción del roscón de Reyes la Tahona de Illescas (Toledo), basada en un suculento premio de 500 euros, sigue teniendo su miga.

Si ya el año pasado la ganadora tardó varios días en aparecer, este año, el segundo de la promoción, ha ocurrido algo parecido. Según el relato de uno de los dos dueños de la panadería, Francisco Rodríguez, el viernes 10 de enero, cinco días después de reyes, una chica llegó a la Tahona con el vade de 500 euros en una insegura mano preguntando si el mismo le daba derecho a una rifa. «¡’No, este es el premio de 500 euros que contenía el roscón!» la respondieron. La chica no daba crédito.

Todo empezó cuando el dueño del Restaurante local «Barquilla», como no se creía lo de la promoción a pesar de haber comprado uno de los grandes roscones que podía contener el premio, decidió regalar los últimos trozos a dos de los trabajadores de su empresa, uno de ellos Youssef, de origen marroquí. El dueño del restaurante, sobre la promoción, decía «¡esto es mentira!, con lo cual Youssef se llevó la porción del roscón a casa sin saber que podía contener un premio de 500 euros.

UN COBRO QUE TANTO SE HA HECHO DE ROGAR

Y ahí no acabó la peripecia de los 500 euros, cuyo cobro, a pesar de cómo andan las cosas, tanto se ha hecho de rogar. Una vez en casa el trozo agraciado, dos hermanos de los cinco de la familia de Youssef, tras partir la parte del roscón que trajo el padre, encontraron el vale de los 500 euros. «No me lo creía», confiesa Safae, la chica que lo halló. «Lo iba a tirar a la basura, pero mi madre me dijo que lo llevara a la Tahona por si acaso».

Eso hizo el pasado sábado 11 de enero. El próximo viernes 17 los dueños de La Tahona harán entrega a la joven Safae de los 500 euros. «Su padre se alegró mucho. Como es una familia humilde, dice que con el premio pagará dos alquileres», cuenta Francisco Rodríguez.

Ni que decir tiene que tanto él como su hermano, José, repetirán en 2014 una promoción que este año les llevó a vender más de 300 roscones, cuando antes no pasaban de la centena, y ello a pesar de que los ganadores del sabroso premio tardan tanto en cobrar el premio. Revela Francisco, muy contento, que el año próximo quizán tendrán que hacer más roscones para satisfacer la demanda.

Y al tercer año, y con tanta peripecia del premio, los compradores quizá ya se crean que dentro de uno de los grandes roscones que compren puede haber un vale que bien merece cobrarse cuanto antes, para que no pase como con el de este año, que a punto estuvo de acabar en la basura, para dormir el sueño eterno de los justos.

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