sábado, 27 de abril de 2024
"Decían que la financiación estaba garantizada" 20/11/2012junio 13th, 2017

CCOO ha exigido hoy la dimisión del consejero de Sanidad y Asuntos Sociales, José Ignacio Echániz, por «abortar» las obras del nuevo hospital de Toledo, que a juicio de este sindicato era una de las grandes infraestructuras del país que tenía garantizada la financiación.

Comisiones Obreras sale así al paso de las afirmaciones hechas ayer por el consejero de Sanidad cuando ayer dijo a preguntas de los periodistas que el Gobierno regional trata de que las entidades que se comprometieron con el proyecto del hospital sigan con la financiación.


En un comunicado, CCOO afirma que nada más asumir el cargo, Echániz «decidió abortar las obras del hospital de Toledo, aunque ha ido «modificando sus explicaciones» aunque con argumentos comunes.

Argumentos tales como: los anteriores gestores lo hicieron muy mal, era un proyecto faraónico, no había dinero para una obra de tal envergadura y había que buscar fórmulas de colaboración público-privada para acabarlo y sobre todo para gestionarlo en el futuro, señala el sindicato.

CCOO advirtió desde el principio -asegura- de que el Hospital de Toledo «era la única o una de las pocas grandes infraestructuras de nuestro país que tenía la financiación garantizada».

Así, señala CCOO, disponía de un crédito de 475 millones, aportados por el BBV (202 millones), BEI -Banco Europeo de Inversiones- (205 millones), CCM (20 millones) y la Empresa Pública Servicios Generales Hospitalarios, después Gicaman, con 19 millones.

Hasta el momento de la paralización de las obras, se llevaban gastados unos 150 de los 475 millones para un hospital que estaba «bien dimensionado para las necesidades a las que debía atender», afirma CCOO.

Además, agrega, cuando el PP estaba en la oposición le parecía pequeño.

Para CCOO, lo de la colaboración publico-privada no es más que «un eslogan tras el que esconder la entrega de la sanidad pública al negocio de unos pocos».

Este sindicato vuelve a denunciar «los terribles efectos» de la paralización de las obras del hospital para la actividad económica y para el empleo en la provincia de Toledo y en el sector de la construcción y de sus industrias proveedoras y auxiliares, además de advertir de los sobrecostes que iba a suponer esa paralización para las arcas públicas.

CCOO «jamás negó los errores y problemas de mala gestión de los anteriores responsables del Gobierno Regional y de la UTE adjudicataria de las obras del hospital y fue «el único agente social» que denunció cada irregularidad de la que tuvo conocimiento; por las que siempre reclamó las responsabilidades a que hubiera lugar.

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