jueves, 16 de mayo de 2024
19/09/2012junio 13th, 2017

El Príncipe de Asturias ha considerado que los responsables políticos y educativos tienen el difícil reto de articular soluciones urgentes y eficaces ante lo que considera el «grave, triste y preocupante» incremento del número de jóvenes que no estudian y que tampoco trabajan. Ha hecho estas declaraciones en Fuensalida (Toledo), en la inauguración del curso oficial que ha tenido lugar en el colegio público Tomás Romojaro.

Durante su visita Felipe de Borbón y Letizia Ortiz han estado acompañados por el ministro de Educación, José Ignacio Wert, y la presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, así como por muestras de apoyo en la calle pero también por protestas dirigidas, sobre todo, a las autoridades políticas por los recortes en  materia de educación. 


Después de visitar las instalaciones del centro educativo y charlar con profesores y alumnos, el Príncipe ha puesto en valor el «pilar fundamental» que representa la educación, un factor «esencial para garantizar un futuro próspero de un país» y es que «las perspectivas de desarrollo personal, social y laboral de nuestros jóvenes dependen en gran medida de la formación que reciban en los colegios, institutos y universidades».

En su intervención ha considerado que no hay que perder de vista lo que se ha avanzado en lustros de esfuerzo y progreso y los grandes objetivos alcanzados. «Pero al mismo tiempo es cierto que el umbral de exigencia no para de avanzar; tanto desde el punto de vista de la propia sociedad, a medida que progresa y conoce mejor sus fallos y carencias; como desde la perspectiva de la creciente complejidad y sofisticación que afecta a casi todos los ámbitos de la vida y del conocimiento de nuestro mundo actual». Por eso apuntaba que es preciso trabajar continuamente en el incremento de la calidad de la formación y en que se extienda cada vez más y con mayor profundidad.

Ha expresado en Fuensalida que en educación se plantean «serios desafíos», «pero también es cierto que contamos con grandes capacidades y con la voluntad de conseguir una formación mejor para nuestros niños y jóvenes».

Igualmente se ha dirigido a los docentes, de quienes ha destacado su vocación, entusiasmo y entrega, siendo «insustituibles para nuestro sistema educativo»; a los niños y jóvenes, a los que ha transmitido que, «a pesar de las dificultades por las que atraviesa nuestro país, el esfuerzo es la apuesta más segura de cara al futuro»; a los directores de los colegios e institutos, de los que ha resaltado la responsabilidad e importancia de su labor; y a las familias, pues «tengo muy claro que no habría una formación integral sin su concurso, sin la preocupación de los padres que siguen día a día la evolucíon de los hijos en el colegio y sin su responsabilidad en la transmisión de los mejores principios y valores».

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