domingo, 19 de mayo de 2024
Nuevo problema medioambiental 16/06/2015junio 8th, 2017

Varias organizaciones ecologistas han advertido hoy que ha habido nuevos vertidos de agua contaminada desde la depuradora de Daimiel (Ciudad Real) al río Guadiana, en las inmediaciones del Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel. Según han indicado hoy los conservacionistas, las lluvias registradas en los últimos días, que se han acercado a los 20 litros por metro cuadrado en pocas horas, ha provocado que la depuradora de Daimiel no haya podido depurar todo el agua que ha recibido, por lo que ha acabado en la laguna de Navaseca.

Desde esta laguna el agua ha sido derivada por un canal hasta el río Guadiana, que acabará llevando los vertidos al Parque Nacional.


Los ecologistas han apuntado que las aguas pluviales del alcantarillado de Daimiel y las aguas grises domésticas e industriales llegan juntas hasta la planta depuradora, que vierte a la Laguna de Navaseca donde son retenidas.

Sin embargo, cuando se producen episodios de fuertes lluvias la depuradora no es capaz de asumir el incremento en la cantidad de agua y es cuando las aguas, sin ningún tratamiento previo, «van directas al río Guadiana», han asegurado.

Las soluciones a este problema están en pleno debate, han señalado los grupos conservacionistas, que han recordado que para solucionarlo se han redactado varios proyectos sin que ninguno haya llegado a ejecutarse.

EL AYUNTAMIENTO TIENE UN PROYECTO DE SOLUCIÓN

El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Daimiel tiene un nuevo proyecto para Navaseca con la finalidad de solucionar el problema.

Pero este proyecto ha creado un fuerte debate, puesto que pretende realizar movimientos de tierra en una laguna que no se puede tocar porque está protegida.

La eliminación de los vertidos procedentes de Navaseca, sin tocar la laguna, es la cuestión a resolver, han señalado los ecologistas, que han considerado que la solución más eficaz aunque más gravosa para el erario público sería separar las aguas pluviales de las residuales.

Supondría solucionar el problema desde su origen en Daimiel, aunque su alto coste ha motivado que se esté estudiando una alternativa, que sería la realización de una gran balsa o tanque de tormentas para frenar los vertidos hasta el Guadiana.

La protección de la Laguna de Navaseca obliga a realizar dicha construcción fuera del entorno de la depuradora o, incluso, entre Daimiel y Navaseca, como defendieron los ecologistas locales en el último pleno del patronato.

Según los conservacionistas, estas actuaciones habrían de combinarse con una intervención en el canal de desagüe, para tratar de provocar que el agua fluya más lenta por él con la inclusión de saltos de agua que oxigenen, además de filtros verdes.

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