La asociación de afectados por la fábrica de Caobar en Taracena (Guadalajara) ha pedido a las administraciones competentes que se realicen estudios «serios y continuados» para determinar si hay efectos nocivos para la población generados por el polvo de caolín.
En rueda de prensa, el presidente del colectivo, Ángel Gómez, ha instado a las administraciones competentes a que «asuman su responsabilidad», cumplan «estrictamente» la ley y sean «eficaces y transparentes» en sus actuaciones.
El Gobierno regional dijo la semana pasada que se habían detectado algunos casos de «enfermedad profesional», posiblemente silicosis, en varios empleados de Caobar.
«Queremos el cese absoluto y total de las molestias y perjuicios por polvo y ruido que genera la fábrica a Taracena y las zonas limítrofes, como Iriépal o los barrios más próximos de Guadalajara capital», ha indicado Ángel Gómez.
Ha señalado que solo se conseguirá si se cubren las instalaciones y se adecúan y renuevan las instalaciones puesto que se trata de una fábrica que trabaja «a cielo abierto».
La asociación de afectados ha indicado que los representantes del Ayuntamiento y la Junta les han informado de que se está actuando, por lo que esperan recibir alguna información sobre la situación de la fábrica en breve plazo.
Gómez ha destacado la preocupación y miedo de la asociación y de numerosos vecinos de este municipio tras los casos de silicosis y ha indicado: «sabemos que ellos se han visto contaminados pero nuestro temor es que también nos esté afectando a nosotros porque nos estamos exponiendo a ese polvo sin trabajar allí».
El presidente de la asociación ha dicho que no desean el cierre de la fábrica y la pérdida de empleo que traerá, pero «lo que no estamos dispuestos es a cambiar la salud de todos por el trabajo de algunos», ha dicho