lunes, 6 de mayo de 2024
Se repite el juicio 25/11/2013junio 12th, 2017

 

El vecino de Navahermosa (Toledo) Clemente P.G., de 58 años, acusado de un delito de homicidio al clavar una barra de hierro a otro convecino, Gregorio L.L., ha cambiado la versión de los hechos y ha dicho que si en el primer juicio que se celebró en 2011 se autoinculpó fue «por su hijo».


Durante su declaración en el nuevo juicio con jurado, que se repite en Toledo por orden del Tribunal Superior de Justicia, Clemente se sienta en solitario en el banquillo de los acusados por homicidio, mientras que en la primera vista oral, que tuvo lugar en noviembre de 2011, también estuvo inculpado su hijo José Alberto, que fue absuelto de la muerte de Gregorio y solo fue condenado por un delito de daños.

Ante esta nueva versión de los hechos, las acusaciones particulares le han preguntado entonces si fue su hijo el que clavó la barra a Gregorio, a lo que ha respondido que no lo sabe, pero, que el no fue el autor del «pinchazo».

En el primer juicio con jurado celebrado hace dos años, el acusado asumió el «pinchazo» que acabó con la vida de la víctima y que fue consecuencia de un forcejeo entre él y el fallecido y que le podría haber tocado «a cualquiera».

Se da la circunstancia de que el hijo de Clemente, José Alberto, declarará mañana como testigo tras ser absuelto de homicidio en la primera vista oral y podrá negarse a declarar y también podría asumir la autoría de unos hechos de los que fue absuelto.

En este último caso, y según han coincidido en señalar tanto los letrados de la acusación como el de la defensa, «con la ley en la mano» no se podía ir contra José Alberto.

Durante el interrogatorio del acusado, las acusaciones han puesto de manifiesto las «contradicciones» en las que ha incurrido Clemente respecto a lo que dijo ante la Guardia Civil y ante el juez tras su detención cuando reconoció que se habían tomado la «justicia por su mano» y que «ha pasado lo que tenía que pasar».

La trifulca que acabó con la vida de Gregorio ocurrió en la tarde noche del 4 de agosto de 2006 en Navahermosa (Toledo) tras una larga enemistad entre las dos familias, la del acusado, ‘Los Chavea’ y la de la víctima, ‘Los Chuscos’, cuyo origen no ha sido aclarado.

Hoy, Clemente se ha declarado inocente y ha dicho que solo propinó dos golpes en la espalda con la barra de hierro a Gregorio después de arrebatársela y con la que golpearon previamente ‘Los chuscos’ a su hijo, al que querían matar.

Ha dicho también que la familia de la víctima les tenía «acobardados» desde hacía años con llamadas de madrugada amenazantes en las que le decían a su hija que «iban a colgar sus tripas en la ventana».

Clemente ha recordado cómo el día de los hechos su hijo fue a buscarle a casa para decirle que le querían matar los de la otra familia y, entonces, ambos se dirigieron en coche a su encuentro hacia la carretera CM-401 (Toledo-Alcaudete de la Jara) y a la altura de la travesía de Navahermosa se enzarzaron en la mortal pelea.

El fiscal pide 12 años de prisión para el acusado e indemnizaciones que suman casi 300.000 euros para la viuda y los tres hijos del fallecido, mientras que las acusaciones elevan la pena a 13 años, indemnizaciones superiores y nueve años de alejamiento de la familia de la víctima.

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