José Alberto P.C., de 27 años, hijo del acusado de matar con una barra de hierro a un vecino de Navahermosa (Toledo) en 2006 y que hace dos años fue absuelto del crimen de Gregorio L., ha asumido en solitario la autoría del suceso y ha eximido a su padre de los hechos.
En la segunda sesión del nuevo juicio con jurado que se sigue en la Audiencia de Toledo, José Alberto ha explicado que su padre asumió inicialmente la autoría de los hechos porque él es joven, tenía 20 años cuando ocurrieron los hechos, y «tienes toda la vida por delante».
«Mi padre me dijo que él se iba a hacer responsable» de la muerte de Gregorio y que le dijo «tú, a callar, chitón», ha manifestado José Alberto, que ha detallado que «le clavó directamente la barra de hierro en el costado derecho» estando Gregorio malherido en el coche.
Los abogados de la acusación y de la defensa ya advirtieron el lunes de la posibilidad de que José Alberto asumiera la autoría del crimen tras escuchar la declaración de Clemente, cuando insinuó al jurado que fue su hijo quien clavó la barra de hierro a Gregorio y que «con la ley en la mano» no se le podría volver a acusar.
Se da la circunstancia de que José Alberto, que estaba también acusado de la muerte de Gregorio, fue absuelto en 2011 del delito de homicidio, por el que fue condenado su padre a 10 años de prisión.
Posteriormente, el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha ordenó la repetición de la vista oral porque en el acta de votación del veredicto del jurado no se explicitó si la declaración de culpabilidad de Clemente fue por unanimidad o por mayoría y con cuantos votos.
A diferencia de lo que se había dicho hasta ahora, José Alberto ha dicho al jurado que clavó la barra de hierro a Gregorio cuando éste estaba sentado malherido en su coche y no durante el forcejeo que mantuvieron los cuatro implicados en la pelea, por un lado Gregorio y su hijo Gustavo, de la familia de «Los Chuscos» y por otro Clemente y su hijo José Alberto, de la familia de «Los Chavea».
La trifulca mortal ocurrió la tarde del 4 de agosto de 2006 en la travesía del pueblo de la CM-401, donde los cuatro se enzarzaron con los ánimos caldeados por 10 años de enemistad entre las dos familias, unas desavenencias que se originaron porque, según José Alberto, una tía suya tuvo una hija con Gregorio.
Ha dicho que la pelea se venía venir después de toparse en una calle del pueblo con Gregorio y su hijo, quienes le querían matar, por lo que fueron en su busca para «tratar de solucionar lo que la justicia no ha hecho», ha dicho respecto a las amenazas que ha venido sufriendo su familia por parte de la del fallecido.
Esta versión de los hechos contrasta con el relato que ha hecho Gustavo L.M., el hijo de la víctima, quien ha explicado que el pinchazo mortal a su padre ocurrió cuando estaban enzarzados en el suelo.
El hijo del fallecido ha dicho que el pinchazo mortal ocurrió mientras su padre estaba tendido en el suelo y el estaba fuera de la reyerta, aunque no vio quien clavó la barra a su padre.
Aunque los testigos no han podido aclarar quien infligió el «pinchazo» mortal a Gregorio, una joven ha indicado vio a José Alberto abrir la puerta del coche con la barra en la mano y otro ha declarado que observó a Clemente golpear a Gregorio con la barra mientras le perseguía cuando el fallecido se dirigía al coche.
Por su parte, los testigos de la Guardia Civil han coincidido en señalar como escucharon decir a Clemente y a su hijo que se habían «tomado la justicia por su mano porque la justicia no hacía nada», en relación con las denuncias que la familia del acusado había interpuesto contra la del fallecido por las continuas amenazas de que eran objeto.
El juicio seguirá el miércoles con la declaración de más testigos y con la prueba pericial, entre ellas la autopsia hecha al difunto.