lunes, 20 de mayo de 2024
EN GUADALAJARA 13/12/2011junio 14th, 2017

Casi medio centenar de vecinos de Cifuentes (Guadalajara), entre ellos vecinos y familiares de Miguel Ángel Hernando, un joven asesinado en la localidad en mayo de 2010, han intentado agredir a los acusados del crimen cuando iban a ser trasladados a prisión una vez finalizado el juicio.

José Ángel M., de 43 años, y Juan José C., de 38, acusados de asesinar en Cifuentes (Guadalajara) a Miguel Ángel Hernado, familiar del primero, para fingir su secuestro y pedir un rescate, han ofrecido distintas versiones de lo ocurrido la noche del 24 de mayo de 2010 y sobre sus motivaciones.


Ambos han testificado en la Audiencia Provincial de Guadalajara, donde un tribunal compuesto por tres magistrados y presidido por la jueza Isabel Serrano, juzgan el crimen por el cual la Fiscalía pide penas de 18 años y cinco meses de prisión por un delito de asesinato y otro de tentativa de estafa, mientras que la acusación particular aumenta la petición hasta 36 años y nueve meses por asesinato, conspiración para cometer un secuestro y tentativa de estafa.

Por su parte, el abogado de José Ángel M. pide una pena de 7 años de cárcel para su defendido al entender que cometió un homicidio con la atenuante de que colaboró de forma clave en la investigación policial, y el letrado defensor de Juan José C. pide la absolución de su defendido alegando que fue engañado por José Ángel M. para acudir a Cifuentes y coaccionado y amenazado a la hora de colaborar en la comisión del crimen.

Esta teoría ha sido la que más discrepancias ha levantado en el testimonio de ambos acusados y ha sido rebatida duramente por Fiscalía y acusación particular.

Durante su comparecencia, José Ángel ha afirmado que desde un primer momento le comentó a Juan José su plan de llevar a cabo «un secuestro exprés» con la intención «de ganar tiempo para saldar una deuda», pero no con la idea de acabar con la vida de nadie.

Algo negado por Juan José, que ha afirmado que José Ángel le convenció para ir a Cifuentes diciéndole que iba a vender un coche de sus padres a un hombre de Zaragoza «del que no se fiaba» y prometiéndole «500 ó 1.000 euros sólo por mediar».

Siempre según el relato de Juan José, José Ángel no empezó a hablar de secuestro hasta que estaban en Cifuentes, el mismo día en que se cometieron los hechos.

No obstante, ambos han reconocido haber acabado con la vida de Miguel Ángel Hernando, agrediéndole a golpes con una barra de hierro en el garaje de José Ángel, que fue quien finalmente le produjo la muerte por asfixia al introducirle una bolsa de plástico en la boca.

La única discrepancia a este respecto ha sido de Juan José, quien en más de una ocasión entre lágrimas, ha sostenido que colaboró en el crimen previa amenaza y únicamente agarrando a la víctima en el momento de los golpes y la asfixia, mientras que, por su parte, José Ángel ha indicado que él se limitó a introducir la bolsa en la garganta de la víctima.

A partir de ahí, ambos han relatado que sacaron el cadáver del lugar donde se produjo la agresión y que se deshicieron de él arrojándolo en un paraje situado a unos kilómetros de Cifuentes después de haber sufrido un pinchazo en una rueda de su coche, para, posteriormente, simular que la víctima estaba secuestrada y pedir un rescate de 60.000 euros a sus padres.

Los padres de la víctima, que también han testificado entre lágrimas, han mantenido que desde un primer momento sospecharon de José Ángel, quien tras el crimen estuvo al lado de la familia del fallecido hasta que finalmente confesó lo que había hecho y delató a Juan José.

El otro implicado, por su parte, fue quien llamó a la madre y le exigió un rescate, justo antes de emprender la huida hasta que fue detenido cuatro días después del crimen en Miguel Esteban (Toledo).

También han comparecido a lo largo del juicio agentes de Guardia Civil, Policía Científica, Pericial Biológica y Peritos Forenses, que se han ratificado sin excepción en sus declaraciones anteriores que apuntaban todas a los acusados como autores del crimen.

De este modo, el juicio ha quedado visto para sentencia, que se espera para los próximos días.

Casi medio centenar de vecinos de Cifuentes (Guadalajara), entre ellos vecinos y familiares de Miguel Ángel Hernando, intentaron agredir a los acusados del crimen cuando iban a ser trasladados a prisión una vez finalizado el juicio.

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