domingo, 5 de mayo de 2024
estuvo varios meses desaparecido 15/04/2016junio 7th, 2017

El fiscal pide 27 y 24 años de cárcel para los dos hombres acusados del crimen de Antonio Fernández, el cazador de Belvís de la Jara, cuyo cadáver fue hallado en la finca ‘Los Baños’ de Aldeanueva de Barbarroya (Toledo) con un disparo en el cráneo tras varios meses desaparecido.

Rufino González, alias ‘El Conejo’, y Flores Alba, tío y sobrino, se enfrentan a una pena de 20 y 17 años de prisión, respectivamente, además de otros cinco por robo con violencia y dos más por tenencia ilícita de armas.


También deberán indemnizar conjunta y solidariamente a los legítimos herederos de la víctima, su viuda y sus dos hijos, con la cantidad de 150.000 euros a cada uno.

Según el escrito de acusación del Ministerio Fiscal al que ha tenido acceso Efe, en los días anteriores al 30 de septiembre de 2013, fecha de la desaparición de Antonio, los acusados idearon un plan para acabar con la vida del cazador y apoderarse de los «valiosos» efectos que poseía.

Para ello, con el pretexto de invitarle a una jornada de caza, se citaron con él sobre las 18.00 horas del 30 de septiembre en la casa rural de Aldeanueva de Barbarroya, donde dejaron aparcado su vehículo y los tres se trasladaron en el de Rufino a un coto situado en el paraje ‘Los Baños’ de la mencionada localidad.

Flores abría camino hacia un punto «alto y de difícil localización» de la finca, seguido por Antonio y en tercer lugar por Rufino, continúa el escrito.

LE DISPARÓ POR LA ESPALDA

Al acercarse al lugar elegido para deshacerse del cadáver, Rufino, que caminaba entre un metro y un metro y medio detrás de Antonio, tras cerciorarse de que éste no veía el ataque y no tuviera posibilidad de defenderse, sacó una pistola del calibre 45 y le disparó por la espalda.

La bala impactó en la zona malar derecha y terminó alojándose en el canal medular, entre la base del cráneo y la primera vértebra cervical, «causándole la muerte en el acto», añade.

A continuación, los acusados le quitaron la ropa -dejándolo únicamente con la interior-, lo introdujeron en un saco de dormir y en unas bolsas de plástico y cavaron un foso donde lo enterraron y sobre el que después colocaron hojas y chaparros para impedir que fuera hallado.

LABOR DE BÚSQUEDA

La Guardia Civil inició entonces una «minuciosa» labor de búsqueda y, tras encontrar diversos objetos, una escopeta, un rifle, munición, así como los efectos de caza de Antonio escondidos en distintos huecos y en zulos, se procedió a la detención de los principales sospechosos, los dos hombres que le acompañaban el día de su desaparición.

Tras su detención, se practicó una entrada y registro en los domicilios de ambos y en la casa derruida cercana a la vivienda de Rufino se encontró la pistola con la que habían dado muerte al cazador, además de siete cartuchos de su calibre y los efectos que le habían sustraído.

En la declaración que efectuó ante la Guardia Civil, Flores indicó a los agentes el lugar donde se encontraba enterrado el cadáver, cuyo hallazgo se produjo el 14 de febrero de 2014.

El pasado mes de enero tuvo lugar la elección de los candidatos a jurado en el sorteo realizado en la Audiencia Provincial de Toledo, donde serán juzgados los acusados.

La elección del Tribunal del Jurado, que tendrá lugar a puerta cerrada, será el próximo viernes 22 y el juicio se celebrará el lunes 25 y que, previsiblemente, se alargará hasta el día 29.

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