«Razón, grito y palabra», por Miguel Ángel Sánchez
"El Tajo está muerto. Es un río sin pulso. Entrepeñas y Buendía vacíos; Madrid y el Canal de Isabel II acaparando lo que queda en el tramo medio, y devolviendo las aguas residuales al Jarama y al Guadarrama con un calidad inaceptable cuando cerramos la segunda década del siglo XXI; en Extremadura los embalses vacíos debido a una gestión hidroeléctrica filibustera, dejando al aire las tripas de centenares de yacimientos arqueológicos, y creando un problema con Portugal por un convenio de Albufeira que deja al río seco durante muchos meses en el país vecino. Y qué decir del estado del río en Toledo o Talavera, donde se ha regado con aguas residuales. ¿Peces muertos? Normal. ¿Se han ofrecido por parte del Ministerio de Transición Ecológica los parámetros fisico-químicos del agua con la que se ha regado y contaminado miles de hectáreas de nuestra vega?"