Despiezaban coches en cuatro talleres mecánicos de un pueblo de Toledo para venderlos por piezas
La banda sustraía vehículos de determinadas marcas en varios municipios de la Comunidad de Madrid y de Castilla-La Mancha y, tras mantenerlos fuera de circulación por un tiempo para no levantar sospechas, los trasladaban a los citados talleres, situados en Yuncos