A ningún aficionado al atletismo le debe quedar ya ninguna duda de que Vanessa Veiga (Adidas) vive su mejor momento, en plena madurez. Esta vez se acaba de proclamar campeona regional de cross al quedar segunda en el Cross del Mazapán, de Sonseca (Toledo), «oficialmente» por detrás de Salima Charki (Valdepeñas).
«Oficialmente» porque Vanessa niega que llegara a la meta de la mano de Charki. Ocurrió que las dos dominaron la carrera de tal manera que cuando ya iban destacadas, dominada definitivamente la prueba, pactaron «ahorrarse la paliza» porque, tal como dice ella jocosamente, «nos iban a pagar lo mismo». Así que entraron a la meta a la par y fueron los jueces, «porque alguien tiene que ganar», comenta, los que decidieron que la ganadora era Charki.
«No me gusta eso de entrar de la mano», confiesa ya que le parece «un menosprecio» al espíritu de la competición.
Vanessa Veiga tenía como objetivo proclamarse campeona regional y hacerse así con el pase para el Campeonato de España. Se encontró bien, «con buenas sensaciones, en una prueba cerca de casa de casa», donde confiesa que le «gusta tanto correr». Y todo ello tras correr la media matatón de Granollers la semana anterior y andar liada con la apertura de una tienda.
«Pero en cuanto me puse las zapatillas de clavo, y teniendo en cuenta que llevo un invierno muy regular y con muy buenos entrenamientos», aclara, todo le salió muy bien. «Tuve la suerte de ir a un ritmo muy cómodo», prosigue Vanessa, que insiste en que correr cerca de casa «sirve para promocionar el deporte».
La atleta gallega afincada en Toledo desde hace ya tantos años prefiere con mucho la pista al cross: «Mi vocación atlética es el asfalto. Cuando en el cross ves que te clavan los clavos los de detrás… piensas que son heridas de guerra y sigues…»
Y Vanessa sigue triunfando.
Su próxima cita, el Campeonato de España de medio maratón este mismo mes.