El Ayuntamiento de Guadalajara ha procedido este martes a la suelta, a su hábitat natural, en la pedanía de Usanos, de un búho real recuperado en el Centro de Recuperación de Especies Amenazadas (CREA) del Zoo Municipal de la capital, donde se recuperan anualmente una media de 650 animales, bien tras sufrir algún tipo de accidente o bien por motivos de salud.
La suelta se ha llevado a cabo en un paraje de Usanos por parte del director del zoo, Juan Carlos Ortega, y la alcaldesa de la ciudad, Ana Guarinos; con la asistencia también del concejal de Medio Ambiente, José Luis Alguacil, y del alcalde de la pedanía, Ismael Sánchez.
Tras proceder la alcaldesa a la devolución del búho a su hábitat natural con la ayuda del director del zoo, ha dado algunos detalles de la especie hoy adulta pero que entró en el CREA siendo una cría, al parecer, tras lastimarse al chocar contra los cristales de una nave industrial, desde donde fue trasladada al centro de recuperación.
Aquí ha sido atendida durante más de un mes y, una vez recuperada, el ejemplar ha sido devuelto a su hábitat natural en una zona donde no sólo hay búhos reales sino águilas imperiales y una gran variedad de especies.
Llegó al centro de recuperación con un kilo y medio de peso, aproximadamente, y tras más de un mes, se ha procedido a su suelta, ha subrayado la alcaldesa, poniendo en valor las zonas de «gran valor medioambiental» que tiene Guadalajara y que desde el Ayuntamiento «se trata de conservar para disfrutarlo». En este sentido, la alcaldesa ha recordado la presentación, hace ya más de un año, del Plan de Infraestructura Verde y Biodiversidad y el Plan de Arbolado de la ciudad, que tienen como función «poner en valor, conservar y mejorar» todo este entorno medioambiental para que lo puedan disfrutar las generaciones venideras.
Una comparecencia en la que Guarinos ha resaltado también el «gran trabajo» que se realiza desde el Centro de Recuperación de Especies, ubicado en el Zoo Municipal de la ciudad, donde se recuperan numerosas especies a lo largo del año para devolver de nuevo a su hábitat natural. El porcentaje de recuperación suele superar el 60%, permaneciendo en las instalaciones solo aquellos ejemplares que no lo consiguen.