Con más de 65.000 afiliados y el 43% de la representación sindical de los trabajadores en la región, el mejor dato del sindicato en toda España, Javier Ortega, el nuevo secretario general de Comisiones Obreras en Castilla-La Mancha, no teme al futuro, pero es consciente de los “peligros” en el horizonte; sobre todo, por la velocidad de los cambios. El sucesor de Paco de la Rosa lidera un equipo que combina juventud y experiencia, continuidad y renovación a partes iguales y que está operativo desde el primer día de mandato.
Las cifras y la historia no bastan, sin embargo, para articular, mantener posiciones y ofrecer respuestas a una población trabajadora que se enfrenta a la incertidumbre de una incesante revolución tecnológica y cambios sociales supersónicos. De todo ello ha hablado Javier Ortega con ENCLM en su primera entrevista con un periódico en Castilla-La Mancha.
Abogado laboralista y candidato de consenso
¿Qué queda del abogado laboralista que ingresó en CCOO nada más acabar sus estudios y ahora es su secretario general?
Las enseñanzas de las personas. Desgraciadamente, dos de ellas han fallecido hace muy poquito, Juan Antonio Mata y José Luis Gil. Aprendí de ellos la capacidad de trabajo, el compromiso, el esfuerzo, la entrega y la generosidad… Los valores del sindicato hoy, hace 20 cuando empecé o hace 50, cuando se constituyó en Castilla-La Mancha, que son la preocupación permanente para que el sindicato sea un instrumento de mejora de las condiciones de vida la gente. En estos tiempos tan convulsos es clave que la clase trabajadora tenga la certeza de que se pueden defender sus intereses desde el sindicato y que la mejor manera no es escuchando los cantos de sirena de quienes dicen que hay que ser como Elon Musk.
Cuando acabé mis estudios en la Facultad de Derecho en Albacete mi ilusión era hacer prácticas e incorporarme a la asesoría jurídica, donde tuve la suerte de trabajar con mi queridísimo amigo Luis Collado. Ahí empezó mi trayectoria, luego fui director del centro de formación, que creo que es de las necesidades más acuciantes que tienen los trabajadores. En el mundo del conocimiento cada vez son más importantes las competencias profesionales y la recualificación. Me incorporé como responsable de Formación al equipo de José Luis Gil en su último mandato y Paco (de la Rosa) me planteó en 2017 la aventura de ser su secretario de Organización. Creo que en estos ocho años hemos trabajado muchísimo, pero hemos podido poner en marcha iniciativas, organizar muchas cosas y posicionar al sindicato en un buen lugar social y políticamente. A partir de esa trayectoria un grupo de compañeros pensaron que yo podía ser una buena opción para encabezar una candidatura de consenso, que se ha ido fraguando hasta llegar al congreso.
«Tenemos que hablar de cómo se racionaliza el tiempo de trabajo»
Entremos en harina, repasando asuntos que seguro están encima de su mesa…¿Cómo piensa abordar la interlocución en temas como la siniestralidad, la reducción de la jornada laboral…?
Hablamos del diálogo social como un gran valor en Castilla-La Mancha. Y lo es. De hecho, se va a recoger en el nuevo Estatuto de Autonomía, aunque no con el texto que nosotros queríamos. Creemos que hay que hablar del perímetro del diálogo social en Castilla-La Mancha…
¿En qué sentido…?
Hay que hablar de reducción de jornada, pero también de cómo se organiza el tiempo de trabajo y, sobre todo, de cómo se racionalizan los horarios y su flexibilidad. Un incremento salarial es clave en la negociación de un convenio colectivo, pero es un bien preciado disponer de tiempo, especialmente en el caso de las mujeres, que lamentablemente seguís siendo las que más tiempo dedicáis al cuidado en los hogares. ¿Qué sentido tienen jornadas maratonianas de 9 a 2 y de 17 a 20.30 en sectores productivos que ya no son necesarias y se hacen por inercias, algunas veces irracionales? También tenemos que hablar de teletrabajo y flexibilidad horaria. En Castilla-La Mancha hay que dar ese paso adelante y, por lo menos, empezar a hablar de la racionalización de los horarios de trabajo. Esperemos que se apruebe la reducción de la jornada, que si no sale adelante es por un empeño del PP para no dar aire al Gobierno.
¿Cómo está la situación en Castilla-La Mancha con respecto a la media en España, tanto en el sector privado como en el público?
En el sector público los instrumentos de negociación y los convenios establecen mejores condiciones, pero en el sector privado es prácticamente una jungla. Creo que en Castilla-La Mancha estamos bastante peor que la media de España, porque este tipo de mejoras se regulan en las grandes empresas y en la mediana, pequeña y pequeñísima empresa entiende esto como un problema y es un error. Hay diferencias según los sectores, pero tener poco número de trabajadores no tiene que implicar directamente tener poca flexibilidad a la hora de racionalizar horarios. Creo que este debate se debe producir en el seno del Consejo de Relaciones Laborales y llegar con la patronal a una serie de recomendaciones que se puedan aplicar en los convenios colectivos.
Por sectores, ¿cuál es el farolillo rojo, desde el punto de vista de CCOO y cuál el modelo a seguir?
Los servicios son el farolillo rojo. Pensamos que la reducción de jornada implicará una mejora de la productividad, porque al final es más tiempo para las personas y eso es una mejora de la calidad de vida y de la salud de las personas trabajadoras. Racionalización no significa que en todos los sitios haya jornadas continuadas pero sí ir en contra de la liberalización absoluta de los horarios laborales. En general, las grandes empresas pueden organizar sus tiempos de trabajo de una manera más racional. El debate está entre el teletrabajo, en otro tipo de horarios, en jornadas partidas en las que se puede reducir el parón del mediodía… Estamos estudiando todo.
«Reducir la jornada puede evitar algunas causas de absentismo»
¿Estáis haciendo un estudio para formular la propuesta de CCOO?
Sí, porque a mí me gusta que hablemos sobre datos y con un estudio serio. Estamos empezando, con un universo importante para tener elementos que nos permitan poner sobre la mesa ese debate. No es lo mismo la logística de Guadalajara que el sector servicios de Hellín. El planteamiento de la negociación colectiva no tiene que ser solo y estrictamente salarial, aunque es cierto que Castilla-La Mancha sigue teniendo la media de salarios más baja de España; pero hay otro tipo de mejoras que ir viendo e incluyendo.
Como decías, la patronal pide reducir el absentismo y mejorar la productividad, datos que también son peores en Castilla-La Mancha.
El absentismo es otra de las palabras mágicas de la patronal. Las bajas están autorizadas por profesionales del servicio de salud y me cuesta mucho pensar que en algunos casos sea irregular. Pero creo que hay que poner todas las cosas sobre la mesa. En cualquier caso, creo que la reducción de jornada no subirá el absentismo; al contrario, mejorar la calidad de la vida de la gente puede reducir la ansiedad y los riesgos psicosociales derivados del trabajo, que cada vez son mayores… Creo que un tiempo de trabajo que te permita organizar tu vida mejor, seguramente evite algunas causas de absentismo relacionadas con los riesgos psicosociales.
«Hay que dar un paso más con las empresas reiteradamente incumplidoras en siniestralidad laboral»
Otro de los temas sobre la mesa es el objetivo de reducir la siniestralidad, porque los datos siguen siendo preocupantes.
En siniestralidad se ha hecho un buen trabajo en Castilla-La Mancha a través de los agentes sociales, pero los datos son tan malos que aunque hayamos hecho un buen trabajo, no podemos estar contentos; hay que dar un paso más. La puesta en marcha del instituto de salud laboral, una de las demandas del sindicato, y que la Junta tiene sus tiempos…
La Junta ya ha dado el sí.
Sí, está presupuestado y hecho en el borrador que regula ese organismo, pero la lentitud de los pasos nos pone a veces un poco nerviosos. Es necesario para hacer cosas que ahora no se hacen, como formación y cultura preventiva, que es clave. No hay oferta formativa en estas áreas para la personas que se incorporan a trabajar, por ejemplo en la logística, que es un sector con unos riesgos brutales y unos índices de siniestralidad enormes. No se puede dar una formación una hora antes el día que te incorporas, sino algo parecido a lo que se hizo en el sector de la construcción, que redujo significativamente el número de accidentes. A partir de ahí, creo que hay que dar un paso más con las empresas incumplidoras y las incumplidoras de forma reiterada. La administración laboral tiene que ser rigurosa con la aplicación de la ley y las sanciones; no puede ser que siempre sean las mismas o en los mismos casos. No se trata de criminalizar a nadie, es que la responsable de la seguridad en el trabajo es la empresa. También es necesario un cambio normativo para actualizarla con perspectiva de género o para riesgos psicosociales que no existían cuando se aprobó la ley vigente. La Fiscalía también tiene un papel que jugar, lo está jugando, pero a lo mejor tenía que jugarlo más.
«El algoritmo no es lo que tiene que definir las relaciones laborales»
El mercado laboral también se enfrenta a retos desencadenados por la revolución tecnológica y los grandes cambios sociales de las últimas décadas. Las nuevas generaciones de trabajadores tienen aspiraciones muy diferentes a las de sus padres o abuelos. ¿Cómo responde CCOO a esto?
Tenemos el absoluto convencimiento de que los jóvenes tienen que liderar dentro del sindicato y hay dos personas de menos de 30 años en la dirección de CCOO. Tienen que hacer el sindicalismo para los jóvenes y hacerlo ahora, no vale para dentro de unos años. Hace un tiempo las expectativas eran diferentes y ahora a lo mejor se valora más el tiempo libre que las retribuciones.
¿Es fácil articular esas necesidades tan diversas, por ejemplo según sea la edad del trabajador?
Por su organización, el sindicato es un instrumento que puede adaptarse a esas realidades y tenemos que hacer un esfuerzo.
¿Te preocupa hasta dónde puede llegar el impacto negativo de la inteligencia artificial en la realidad laboral, en la cantidad y calidad del trabajo?
Me preocupa que no sepamos leer bien el cambio. Ni nosotros ni la sociedad. El algoritmo no es lo que tiene que definir las relaciones laborales.
¿El sindicato y la sociedad están preparados para leer bien esos cambios?
Son cambios muy rápidos, a veces más que nuestra velocidad de crucero. Las personas que se dedican a hacer sindicalismo hoy en día tienen que estar preparadas para esta realidad. La utilidad del sindicato es mucho más que plantear una reclamación, que la puede hacer una máquina; nosotros creemos en un modelo en el que el trabajo es un gran valor y las condiciones laborales tienen que ver con la dignidad de las personas. Es verdad que lo que más vértigo me da es la velocidad de los cambios.
Si bien decías que las condiciones laborales públicas son mejores, se está dando una alta conflictividad en algunos sectores como el transporte sanitario, la limpieza o las residencias.
El sector público no solo son las personas que trabajan directamente para la administración, sino los que lo hacen de manera indirecta, a través de las contratas y con muchísimas peores condiciones. La empresa privada se mueve por ánimo de lucro, es legítimo, pero no puede ser ganar dinero a costa de los salarios de los trabajadores y trabajadoras, que es lo que está pasando en el transporte sanitario. Debería haber un gran acuerdo entre el Gobierno y los agentes sociales -incluso todos los partidos políticos- para determinar qué forma parte del sector público en Castilla-La Mancha y las condiciones mínimas que hay que mantener. ¿Por qué llevan cuatro trabajadoras de la jardinería de la UCLM en Toledo varios meses sin cobrar? Aunque no haya una responsabilidad directa de la universidad en este caso, no se puede dejar todo solo en decir que es la contrata.
«Debería haber un gran acuerdo entre el Gobierno y los agentes sociales para determinar qué forma parte del sector público en Castilla-La Mancha»
Una parte importante de algunos servicios públicos los prestan ayuntamientos y diputaciones que tiene a Vox en sus gobiernos, un partido contrario a la representación sindical. ¿Cómo está la situación?
La relación institucional es prácticamente nula, porque ellos no apuestan por una interlocución con los legítimos representantes de los trabajadores. En el funcionamiento, si el responsable de personal de un ayuntamiento es un concejal de Vox, pues no tiene más remedio que relacionarse con nosotros. Y si no lo hacen, hay herramientas e instrumentos para el conflicto. Lo más preocupante es la concepción que se tiene de lo público. En ese sentido nos preocupa la ley de simplificación administrativa, porque tiene un aroma que denigra un poco al servicio público y eso no ayuda a generar en la sociedad una cultura de apuesta por lo público, que es lo que garantiza la igualdad de oportunidades.

Javier Ortega, secretario general de CCOO CLM. Foto: Rebeca Arango.
«El 80% de los recursos de CCOO en Castilla-La Mancha son propios»
¿Cuál es la mayor amenaza para el sindicalismo del siglo XXI: esa revolución tecnológica y social que no da tiempo a seguir, el creciente peso del asociacionismo profesional y sectorial frente al de clase, o la ola de formaciones de ultraderecha que llevan en su programa acabar con los sindicatos?
Esas amenazas existen. La representación sindical en España no es un sistema que favorezca la afiliación a los sindicatos. El año pasado tuvimos 65.000 personas afiliadas a Comisiones Obreras de Castilla-La Mancha, pero para que se te apliquen las mejoras de una negociación colectiva no hay que estar afiliado a un sindicato. La extrema derecha es una amenaza, que cree que quitando las subvenciones desaparecerían los sindicatos, pero no es así. El 80% de los recursos de CCOO en Castilla-La Mancha son recursos propios, el sindicato no corre ningún riesgo porque en un momento determinado no pudiéramos hacer políticas públicas a través de las subvenciones, como sucedió en otra época. La clave ahí es que la gente siga creyendo que somos el instrumento más útil para mejorar sus condiciones de vida. Por eso los ataques más furibundos que ellos nos hacen es a nuestra reputación. Esas amenazas están ahí, pero las podemos combatir haciendo nuestro trabajo con cercanía y adaptando el conocimiento a los cambios y a un nuevo modelo de afiliación y trabajo.
El cambio en la Secretaría General de Comisiones Obreras y en su Comisión Ejecutiva ha venido precedido de relevos importantes en las organizaciones provinciales y las federaciones. Los cambios siempre generan tensiones, ¿cómo ha sido el proceso y cómo está la organización?
En este caso los cambios no han traído tensiones. Los procesos en las uniones provinciales se han desarrollado con absoluta tranquilidad y resultados muy mayoritarios. Se ha renovado, por ejemplo, la unión provincial de Albacete…
Que dirigía una histórica…
Sí, Carmen (Juste) fue además la secretaria general que sustituyó a Paco (de la Rosa), que fue muchos años secretario general de Albacete y una figura histórica. O a José Manuel (Muñoz), que llevaba muchos años en Ciudad Real y lo ha sustituido Esther (Serrano), la primera mujer secretaria general en esta provincia. O Carlos (Hortelano), que ha sustituido a María José (Mesas), que llevaba ocho años. Las federaciones también han sufrido cambios. Pero creo que el paragüas general de Comisiones Obreras en Castilla-La Mancha genera un gran consenso y la necesidad de trabajar por candidaturas únicas para centrarnos en lo que nos tenemos que centrar.
«Los cambios en CCOO no han producido tensiones, los congresos se han desarrollado con tranquilidad»
¿Qué “deberes” y objetivos has puesto para avanzar en las diferentes uniones provinciales y a las federaciones sectoriales? ¿Dónde te preocupa más mejorar resultados?
Tenemos muy buenos resultados afiliativos y electorales. Castilla-La Mancha es la región en la que Comisiones Obreras tiene mayor índice de representación, aproximadamente el 43% y en Albacete y Cuenca, más del 50%. Eso no pasa en ningún otro lugar de España, que un sindicato tenga la mitad de la representación. Nuestro objetivo es mantener y mejorar el liderazgo sindical en Castilla-La Mancha. En el ámbito interno, estar con la gente y acercarnos a sus problemas.
«CLM es la región donde CCOO tiene más representación»
¿Dónde hay que mejorar la penetración?
La provincia en la que nuestro porcentaje de representatividad es más bajo es Guadalajara; tenemos que hacer un esfuerzo especial, es la única provincia en la que en los últimos años UGT ha aumentado la diferencia.
«Hay que reforzar el perfil propio y la representación de Comisiones en la sanidad y la educación»
Por sectores, ¿la logística?
Sí. Pero para nosotros el sector público es importante y clave, porque articula mucho el sindicato, con una gran peso organizativo y de repercusión. Hay que reforzar el perfil propio y la representación que tiene Comisiones en la sanidad y la educación. En el Sescam competimos con muchas expresiones corporativas. De todas manera, en Castilla-La Mancha entre Comisiones y UGT somos prácticamente el 75% de la representación sindical, mucho más que la media estatal. También hemos transmitido a nuestros equipos que queremos que la negociación colectiva sea de verdad un instrumento de organización de la gente en las empresas.
La primera llamada de tu mandato ha sido a la secretaria general de UGT. ¿Tienes previstos otros contactos con el Gobierno de Castilla-La Mancha o con Cecam, la patronal?
Solicitaremos una reunión con el presidente de la Junta.
¿De qué le quieres convencer con más urgencia?
De los parámetros del diálogo social, lo que hemos hablado de tiempos de trabajo. Y transmitirle nuestra preocupación por los servicios públicos y la conflictividad que existe en las contratas y las externalizaciones.
¿Con Cecam…?
Con Ángel (Nicolás) y con Mario (Fernández) he tenido mucha relación. No creo que Ángel me quiera tanto como a Paco… ja, ja, ja; pero si no hoy, mañana, tendremos algún contacto.
¿Qué es lo primero que vas a pedir a Cecam?
Que nos pongamos de acuerdo para debatir sobre los tiempos de trabajo. Es importante y hay que hacerlo en el ámbito del diálogo social.
«En Castilla-La Mancha entre Comisiones y UGT somos prácticamente el 75% de la representación sindical, mucho más que la media estatal»
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