Agustín Yanel
Las conversaciones del exministro de Transportes José Luis Ábalos con su asesor y hombre de máxima confianza, Koldo García, y de este último con quien hasta hace unos días era el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, han provocado indignación en los socialistas, en el Gobierno y en buena parte de la ciudadanía. Lo que dicen de las mujeres que, presuntamente, Koldo facilitaba al entonces ministro producen asco y más indignación, porque hablan de ellas como si fueran mera mercancía para placer del consumidor putero.
Pedro Sánchez se enfrenta al problema político más grave que ha tenido en los siete años que lleva en la Moncloa. Y en El PSOE no salen de su asombro ante una crisis en la que, si se confirma lo que concluye el extenso informe de 490 folios de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, estaría implicado su ya exsecretario de Organización, Santos Cerdán, por quien toda la dirección socialista ponía la mano en el fuego incluso el mismo jueves último por la mañana, hasta que poco antes del mediodía se conoció el demoledor informe.
Tras el caso de la militante socialista Leire Díez y sus poco creíbles explicaciones sobre los motivos por los que pedía información que desacreditara a mandos de la UCO -ella dice que lo hacía porque lleva años investigando para escribir un libro-, lo que le faltaba a Pedro Sánchez y al PSOE era que el hombre fuerte del partido, Santos Cerdán, sea presuntamente quien se encargaba de repartir entre Ábalos, Koldo y él mismo las mordidas que pagaron Acciona y alguna otra empresa a cambio de que les adjudicaran de manera fraudulenta importantes obras públicas: se habrían repartido al menos 620.000 euros y, según Koldo, aún quedarían pendientes otros 450.000 euros.
Koldo grabó en secreto lo que hablaba con su jefe y amigo
Todo esto se ha conocido porque Koldo se dedicó durante años a grabar las conversaciones que mantenía con su jefe y amigo Ábalos, y también con Santos Cerdán. Puede parecer sorprendente, porque lo es, que grabe en secreto lo que habla contigo alguien en quien confías plenamente, que ha sido tu chófer y guardaespaldas, a quien nombras tu asesor, que te acompaña a todas partes, a cuya esposa colocas en una empresa… Ese comportamiento demuestra la catadura moral de este personaje, que antes fue vigilante de seguridad y concejal socialista en Huarte (Navarra).
Con este escándalo se lo han puesto en bandeja al PP en su manera de ejercer la oposición. Como dice el refrán, al partido de Alberto Núñez Feijóo le ha venido Dios a ver. Dios y unos cuantos santos más.
Alberto Núñez Feijóo y los demás dirigentes del PP ya llevan tiempo acusando a Pedro Sánchez y a todo el Gobierno de corruptos, pidiendo una y otra vez que dimita y convoque elecciones generales y elevando el tono de su crítica hasta un nivel a veces grosero. Ahora, tras el informe de la UCO, los populares han arremetido con más fuerza contra todo lo relacionado con el Ejecutivo de coalición progresista y contra los socialistas. A todos los meten en el mismo saco de la corrupción.
Los cinco ministros de Sumar piden cambios pero no dimitirán
En el PP saben, y lo han dicho, que no pueden presentar una moción de censura porque no tienen los votos necesarios para que prospere. Feijóo y su partido se han ganado a pulso que ni el PNV ni los independentistas catalanes de Junts estén dispuestos a pactar con ellos y votar esa moción. Por eso piden que sean los socios del Gobierno, los cinco ministros de Sumar, quienes den un paso adelante para sacar a Pedro Sánchez de la Moncloa.
Pero los populares también saben que eso no va a ocurrir, porque ninguno de esos cinco ministros ni los partidos que integran la coalición Sumar va a hacer algo que facilite un gobierno presidido por Alberto Núñez Feijóo con Santiago Abascal de vicepresidente; o, como mínimo, con el apoyo de la ultraderecha de Vox que necesitaría para ser elegido, según pronostican todas las encuestas. Volviendo a los refranes, sería peor el remedio que la enfermedad.
Hasta ahora, nadie del Gobierno está acusado por la UCO de haber participado en ese entramado de corrupción. Y, hasta ahora, ningún dato permite afirmar que el PSOE se ha financiado ilegalmente, algo por lo que sí fue condenado el PP por beneficiarse como «partícipe a título lucrativo» en la trama del caso Gürtel.
Frente a lo que hizo Mariano Rajoy cuando estalló el caso Gürtel, Pedro Sánchez sí ha reaccionado con rapidez: el mismo jueves, nada más conocer el informe de la UCO, pidió a Santos Cerdán que dimitiera de su cargo en el PSOE y de diputado, y compareció ante los periodistas para pedir disculpas a la ciudadanía. Pero eso no es suficiente, y tampoco bastará con que haga algunos cambios en la Junta Ejecutiva de su partido. Los socialistas, y buena parte de la ciudadanía, esperan que el presidente del Gobierno anuncie medidas contundentes para salir de esta grave crisis y seguir con la legislatura hasta cuando toca que acabe, hasta el año 2027.