En un enclave estratégico, en mitad de una enorme montaña, se sitúan las trincheras de Noez. Un entramado que, si bien nunca entró en combate en la Guerra Civil, a día de hoy se pueden visitar a través de una ruta de senderismo por la sierra que lleva el mismo nombre que el municipio toledano.
Un observatorio privilegiado que nunca entró en combate
Conocidos como Los Castillejos, este observatorio y conjunto fortificado fue testigo de excepción de todos los movimientos en la zona hasta el final de la guerra, en 1939,
Se comenzaron a construir probablemente en 1938, después de la caída de Toledo a manos del bando sublevado en septiembre de 1936.
Las trincheras, casamatas y nidos de ametralladora permitían defender puntos con menos soldados, además de que su mantenimiento y defensa eran fáciles gracias a su posición estratégica privilegiada.
Después de la caída de Toledo hubo una estabilidad en el frente, pero en 1937 se recrudecieron los combates al sur del Tajo.
En lo alto del cerro de Noez se comenzó la construcción de este entramado, de unos 30 metros de largo, que permitía el control de la zona, aunque nunca estuvo en primera línea, siembre fue la retaguardia del combate y de ahí que nunca entrase en contienda.
A día de hoy las trincheras están muy degradadas, el observatorio está en ruinas y las trincheras colmatadas por el paso del tiempo, aunque todavía permiten una visita un tanto peculiar en plena ruta senderista.
Ruta a través del sendero PR-TO 23
Para llegar a las trincheras lo podemos hacer de diferentes maneras, puesto que cerca hay un camino que incluso permite la llegada con vehículos a motor.
Pero la idea de este artículo es invitaros una aventura por la Sierra de Noez, un grupo de elevaciones aisladas sobre la llanura, que alcanza la altitud máxima de 1.034 en el pico de Noez.
La mejor forma de disfrutar de la sierra y de las trincheras es a través del sendero PR-TO 23, el cual parte desde el propio municipio de Noez y regresa al mismo después de 10,2 kilómetros y 450 metros de desnivel positivo acumulado.
La mitad del recorrido se hace por una pista y el resto, por senderos, que en algunos casos tienen una pendiente pronunciada, lo que hace que esta ruta sea de dificultad media-alta.
La privilegiada situación elevada sobre la llanura permite unas vistas interminables al horizonte por los cuatro puntos cardinales, para disfrutar así del paisaje de buena parte de la provincia de Toledo.
A través de su recorrido podremos acceder a las trincheras y también al Pico de Noez, además de poder disfrutar de un recorrido acompañado de una cerrada vegetación mediterránea.