Inconfundible, inolvidable y cargado de humor y amor. Así son los conciertos de la Filarmónica Hermética, ese inefable grupo de caballeros bien vestidos con instrumentos afinados (a veces), cumple 25 años de existencia. Y como reza su propio lema: » Ni dinero, ni discos, ni fama… pero qué bien nos lo hemos pasado».
Formada por Francisco Vañó, los hermanos Miguel Ángel y Fernando Garrido, Rafael Puebla, Ángel Nodal, Luis González y Ángel Nicolás, esta formación musical ha logrado lo que muchos persiguen y pocos consiguen: mantenerse juntos un cuarto de siglo sin éxito alguno y seguir dispuestos a muchos más, según cuentan. La cita conmemorativa tendrá lugar hoy jueves en Casa Tabordo, cuartel general de los míticos «no ensayos» del grupo, donde amigos, familia y seguidores asistentes se reunirán para brindar.
“Después de 25 años de actividad musical frenética, ni hemos conseguido ganar dinero, ni grabar ningún disco, ni ser famosos, ni triunfar. Pero nos lo hemos pasado genial y, a pesar de ello, insistimos a ver si hay suerte. Ni los Beatles. Así que seguimos otros 25”, aseguran con el desparpajo que les caracteriza.
Elegancia de esmoquin y espíritu de parranda
Todos ellos han escuchado alguna vez su interpretación de «La flor de la canela», clásico inmortal que los organizadores de la cita aseguran que amenaza con regresar en versión no autorizada. “Poneos en lo peor”, advierten con cariño… o quizás con alevosía, quienes conocen los detalles.
Con la elegancia del esmoquin y el espíritu de parranda, la Filarmónica Hermética sigue demostrando que el éxito no siempre se mide en aplausos… sino en carcajadas y amigos que siguen viniendo.