Con la llegada del verano, las altas temperaturas y el tiempo libre invitan al disfrute del agua en piscinas, ríos, embalses y playas. Sin embargo, lo que empieza como una jornada de ocio puede acabar en tragedia. Por ello, el Colegio Oficial de Enfermería de Toledo ha lanzado una campaña informativa para prevenir ahogamientos y lesiones por zambullidas.
«Una realidad preocupante»
Según el último informe del Instituto Nacional de Estadística (INE) y los datos de la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo (RFESS), en 2024 fallecieron 435 personas por ahogamiento no intencional en espacios acuáticos en España. De ellas, un 35 % eran menores o personas mayores de 65 años, lo que refleja la especial vulnerabilidad de estos grupos. En Castilla-La Mancha, se registraron 12 muertes, muchas de ellas en zonas sin vigilancia. Durante este año ya se han reportado un número de casos que, si se cumple la tendencia, superarán a los datos del año pasado.
Por otro lado, cada verano se producen en nuestro país más de 150 lesiones medulares por zambullidas mal calculadas, sobre todo en varones jóvenes, con secuelas que duran toda la vida.
Llega el verano y aconsejan ser prudentes con las zambullidas, pueden causar lesiones en la médula
Zambullidas y ahogamientos: riesgos evitables
Estas son algunas de las recomendaciones esenciales que se presentan en la campaña.
- Evitar zambullidas en lugares desconocidos o de poca profundidad.
- Comprobar siempre la temperatura y limpieza del agua.
- No bañarse en zonas sin vigilancia ni señalización.
- No entrar al agua tras comidas copiosas, consumo de alcohol o cansancio extremo.
- Supervisar constantemente a menores, incluso si saben nadar.
- Usar siempre chaleco salvavidas en actividades acuáticas o embarcaciones.
- Ante cualquier duda, evitar el baño: ningún chapuzón merece el riesgo.
Más allá de saber nadar: la competencia acuática integral
Para la enfermera del Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo y profesora de la Facultad de Enfermería de Toledo, Matilde Castillo, «esta campaña introduce un término clave en la prevención: la competencia acuática integral. No basta con saber nadar; esta competencia implica:
- Conocer y valorar los riesgos del entorno acuático.
- Tomar decisiones seguras antes de lanzarse al agua.
- Gestionar las emociones y conductas durante el baño.
En definitiva, se trata de una habilidad multidimensional que combina lo físico, lo cognitivo y lo emocional. Desarrollarla es vital para disfrutar del agua sin ponernos en peligro y esta habilidad se debería adquirir a edades tempranas en la escuela».
Un mensaje para la ciudadanía
El presidente del Colegio de Enfermería de Toledo, Roberto Martín, hace un llamamiento a la sociedad: «La prevención es el primer salvavidas. No esperemos a lamentar una tragedia para tomar conciencia. Este verano, actuemos con responsabilidad, informemos a quienes nos rodean y cuidemos unos de otros. La salud también se protege fuera del agua».
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