A unos 30 minutos de Guadalajara capital se ubica Fuentelencina, un municipio de apenas 300 habitantes muy vinculado con la tauromaquia y que en unos días celebra sus fiestas patronales. Durante su historia ha contado con la presencia de toreros importantes como Ivan Fandiño y Manolete y en su término cuenta con hasta cuatro plazas de toros.
Cuatro plazas de toros
La plaza de toros con más afluencia es la que se construye en la Plaza Mayor para la suelta de vacas y para el tránsito de los toros en los diferentes encierros de las fiestas patronales. Esta ubicación también sirve para la despedida de los festejos con la caldereta final entre los vecinos.
La segunda de las plazas de toros es la que tenía el torero Ivan Fandiño en su finca para sus entrenamientos en su carrera taurina. Fandiño siempre considero Fuentelencina su casa y allí tenia su lugar de residencia junto a su mujer y su hija. Desde su fallecimiento dejó de tener el uso al que fue destinada en su momento.
Otra de las plazas es la que se ubica en la Finca La Morera, del ganadero Diego Valladar, que durante el año sirve para los entrenamientos del banderillero, y para fiestas y capeas. En estos días de agosto sirve de lugar de salida del encierro por el campo de este municipio.
La cuarta plaza está ubicada en la finca de toros «El Berral», esta plaza está cubierta y se emplea fundamentalmente para formar a los alumnos del Centro Internacional Taurino de Alto Rendimiento (CITAR). Estas promesas de toreros participan cada temporada en el certamen «Guadalajara busca torero» y hacen vida en el pueblo participando en actividades y festejos varios.

Plaza toros entrenamientos CITAR Foto: Finca Cantinuevo
Museo de la tauromaquia
Además de Fandiño, el otro torero relacionado con Fuentelencina es Manuel Rodríguez Sánchez, mas conocido como Manolete que ha dejado huella en el pueblo con las pozas de las afueras que llevan su nombre, la rehabilitación de la casa que visitaba y en poco tiempo un museo de la tauromaquia que será un homenaje a la figura del torero y también de Iván Fandiño.
Se trataría de un edificio de 950 metros cuadrados construidos en dos plantas, mimetizado con el entorno y con espacios expositivos en el interior, así como diversas aulas, biblioteca, mediateca y sala de reuniones.
Este espacio taurino hará que más aficionados del mundo del toro se acerquen a este municipio para conocer algo más a estos dos grandes maestros que han dejado huella en Fuentelencina.