Por toda España es posible encontrarse con rincones que esconden mucho más de lo que aparentan a simple vista. Son pequeños tesoros de cada municipio que reflejan parte de su riqueza cultural y artística. Un ejemplo inesperado lo encontramos en un supermercado de la popular cadena valenciana Mercadona, marca que, en ocasiones, ocupa edificios con un encanto especial.
Uno de los más singulares y atractivos se sitúa en Castilla-La Mancha, concretamente en una gran ciudad de la provincia de Toledo.
Comprar rodeado de historia
En la calle Arco de San Pedro, en pleno Conjunto Histórico de Talavera de la Reina, desde 2022 existe un Mercadona que alberga restos de una casa antigua del siglo XIII.
Para su construcción, este supermercado puso en el centro de su proyecto la integración arquitectónica y patrimonial con la funcionalidad y el servicio a los clientes.
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Muy luminoso, con dos plantas construidas y una superficie de más de 4.000 metros cuadrados, sin aparcamiento, conllevó la restauración e integración del edificio de la calle Vicaría Vieja; un inmueble protegido y donde ahora se ubica el área de restaurante del negocio.
Además, durante las obras se recuperaron elementos arquitectónicos característicos de la antigua Iglesia de San Pedro, por lo que la empresa tuvo que seguir de forma estricta las directrices de la administración para el mantenimiento del patrimonio cultural.
El modelo de tienda incidió también en la eficiencia energética, ya que se tiene un ahorro del 40% en las emisiones de CO2 respecto a las antiguas tiendas de esta cadena.
El supermercado fue una apuesta decidida por convertir el centro histórico en un lugar de ocio, patrimonial, turístico y de esparcimiento, un lugar donde vivir y donde haya servicios suficientes.
Costó más de 5 millones de euros y supuso la demolición de un edificio icónico de Talavera que llevaba años sin usarse, el Merkamueble.