En junio del año 2022, cuatro meses después de que Rusia invadiera Ucrania, el Gobierno de la Comunidad de Madrid organizó y promovió la iniciativa Fin de curso solidario, consistente en una recogida de alimentos no perecederos y productos de higiene durante una semana en 1.580 centros educativos públicos y concertados. El lema fue Ucrania te necesita. Ahora, inspectores del Gobierno que preside Isabel Díaz Ayuso han pedido a varios colegios que retiren de sus dependencias banderas o pañuelos palestinos y cualquier otra simbología de apoyo a Gaza.
En uno de esos colegios leían los nombres de los 18.000 niños y niñas a los que el Ejército de Israel ha asesinado y los exponían en aulas y pasillos, como un acto simbólico. Desde la Inspección educativa madrileña les han pedido que no lean esos nombres y que retiren las listas, porque con esa acción «vulneran la Ley de Protección de Datos«. ¿Se puede ser más sinvergüenza e impresentable? Claro que no.
La excusa: la política debe estar alejada de los colegios
Para intentar justificar esa actitud censora y dictatorial, tanto la presidenta Díaz Ayuso como miembros de su Gobierno y el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, argumentan que la política debe permanecer alejada de los centros educativos y de su entorno. Consideran que estos actos de solidaridad con el pueblo palestino y con los niños y niñas asesinados tienen una intencionalidad política y con ellos se adoctrina a los estudiantes. Es la misma excusa que utilizan siempre para prohibir determinadas actividades en los centros educativos, sobre todo en los ayuntamientos donde gobiernan con Vox pero no solo en ellos.
En la Consejería de Educación madrileña han negado haber dado esas órdenes. Lo que hacen, según han dicho, es que cuando tienen noticia de que algún centro educativo va a organizar una actividad que pudiera tener relación con la política recuerdan a la dirección de ese centro que deben ser totalmente apolíticos. Pero las declaraciones de profesores que han recibido llamadas o visitas de inspectores desmienten esa explicación. Lo que ocurre es que no han recibido esas peticiones por escrito, porque el Gobierno madrileño sabe que son ilegales porque vulneran la libertad de cátedra y la autonomía de los centros educativos.
No se entiende por qué motivos Díaz Ayuso y su Gobierno quieren impedir en los colegios muestras y actos de solidaridad con el pueblo palestino y Gaza. Ucrania necesitaba toda la solidaridad, claro que sí, y España fue uno de los países que la ofreció. ¿Gaza y un pueblo que está siendo asesinado y expulsado de su territorio no necesitan ayuda y solidaridad? Obviamente, sí; como Ucrania y como otros países, colectivos y situaciones.
Izquierda Unida pregunta al Gobierno central qué va a hacer
A las pocas horas de que se conociera la noticia de esa sorprendente petición a colegios madrileños, el portavoz en el Congreso de Izquierda Unida, Enrique Santiago, y el portavoz en temas de Educación, Toni Valero, registraron una serie de preguntas dirigidas al Ministerio de Educación. Quieren saber qué respuesta va a dar el Gobierno central «a la actuación censora antidemocrática del Gobierno del PP de Isabel Diaz Ayuso», qué va a hacer para garantizar que en esos colegios se cumple el derecho constitucional a la libertad de expresión y si van a estudiar la posibilidad de recurrir esa actuación ante los tribunales.
Ambos diputados, tras recordar que la Comunidad de Madrid no pidió en 2022 la retirada de banderas ucranianas de los centros educativos, denuncian que «se aplica una doble vara de medir injustificable, más teniendo en cuenta que, respecto al caso de Palestina, una comisión independiente de expertos designados por el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas ha señalado la implicación de los más altos representantes del Estado de Israel en actos que responden a la definición de genocidio».
En el Partido Popular no terminan de aclararse con la posición que deben adoptar respecto al pueblo palestino, Gaza y la invasión de esa Franja por Israel. No dicen que es un genocidio pero, como el Ejército israelí ya ha matado allí a 65.000 personas (de ellas,18.000 eran niños y niñas), está destruyendo las ciudades, ha bombardeado hospitales y colegios, ha iniciado su invasión por tierra y ha dicho que su objetivo es expulsar a los palestinos de ese territorio y negociar con Estados Unidos cómo repartírselo, distintos dirigentes del PP se lían cuando son preguntados por este tema. No pueden defender esa masacre pero, como no quieren coincidir con la postura de Pedro Sánchez y las medidas que ha adoptado el Gobierno, se pierden buscando excusas.