Castilla-La Mancha no es ajena a la tensión que vive el mercado inmobiliario en toda España. Según los últimos datos publicados por idealista, el stock de viviendas en venta en las capitales de la región ha sufrido una fuerte contracción desde los máximos registrados.
En Toledo y Guadalajara, la reducción ha sido especialmente intensa: ambas capitales acumulan una caída del 71% y 72%, respectivamente, respecto a sus picos de oferta, marcados en el año de 2017 en el caso de la capital castellanomanchega y en el 2015 en Guadalajara.
En Cuenca, la caída es aún mayor, alcanzando el 75% desde el 2018, lo que la convierte en la capital castellanomanchega más afectada. Por su parte, Ciudad Real muestra un comportamiento muy similar: reduciéndose su oferta en un 70% desde 2020.
A nivel provincial, la tendencia también es clara. La provincia de Guadalajara ha reducido su oferta un 66%, mientras que Toledo lo ha hecho en un 60%, cifras por encima de la media de España.
Una caída generalizada en toda España
El estudio de idealista señala que la reducción ha sido generalizada en todas las provincias y capitales españolas en este periodo, aunque su impacto ha sido distinto. Desde el máximo alcanzado en 2019, el stock de viviendas en venta ha descendido un 39%.
Entre los grandes mercados, además de Valencia y Bilbao, la oferta se ha reducido un 67% en Sevilla, mientras que en Alicante y San Sebastián lo hizo en un 66%. En Madrid la caída del producto llega al 53% y en Palma al 51%. Por debajo del 50% se sitúan las ciudades de Barcelona (-47%) y Málaga (-45%)
Solo Jaén (-29%) y Cáceres (-33%) han registrado descensos más suaves.
Los máximos se alcanzaron entre 2015 y 2022, aunque en los grandes mercados se reparten entre finales de 2015 (Madrid y Palma los marcaron en el cuarto trimestre de 2015), Bilbao y San Sebastián llegaron a sus máximos en el segundo trimestre de 2016, mientras que Valencia, Sevilla, Alicante y Málaga lo hicieron en cuarto trimestre de 2016.
Castilla-La Mancha, más tensionada que la media nacional
Comparando los datos, Castilla-La Mancha presenta una contracción mucho más acusada que la media estatal. Mientras que el conjunto de España se sitúa en un 39% menos de viviendas en venta desde sus máximos, las capitales castellanomanchegas superan con creces ese porcentaje, con recortes de entre el 60% y el 75%.
Este desequilibrio refleja que el acceso a la vivienda en la región se ha vuelto especialmente complejo en ciudades como Toledo o Guadalajara, donde la oferta disponible se ha reducido a menos de la tercera parte en apenas unos años.