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martes, 7 de octubre de 2025
AYUSO LLAMA "ASAMBLEA DE FACULTAD FLOTANTE" A LA FLOTILLA - 07 octubre 2025 - Toledo
Agustín Yanel Agustín Yanel

Cuando leen cada día los periódicos, en el Partido Popular siempre ven alguna información que les parece un valioso filón para arremeter contra Pedro Sánchez y el Gobierno de coalición, a veces con la inestimable ayuda de alguna sorprendente resolución del juez Juan Carlos Peinado o con alguna novedad en la investigación sobre José Luis Ábalos. Se precipitan en hacer declaraciones y en lanzar mensajes por sus redes sociales y después, en más de una ocasión, tienen que rectificar lo que han dicho. Otros no rectifican, aunque sepan que están equivocados.

Las encuestas pronostican que el PP ganaría ahora unas elecciones generales, pero también vaticinan que los populares han perdido un millón de votos en favor de la ultraderecha de Vox desde 2023. Esto preocupa a Alberto Núñez Feijóo y su equipo, aunque no lo reconozcan en público, y les lleva a adoptar decisiones impropias de una derecha moderada del siglo XXI, obligados por el partido de Santiago Abascal cuando necesitan sus votos para aprobar unos presupuestos municipales o autonómicos o para otras iniciativas.


Declaraciones precipitadas, inoportunas o falsas

En los últimos días ha habido varios casos de distintos dirigentes del PP que han metido la pata al hacer declaraciones que son precipitadas, inoportunas para su propio partido o directamente falsas. Es una estrategia equivocada para la derecha, un tiro que se pegan en su pie, pero es aplaudida por la izquierda porque contribuye a reducir las posibilidades de éxito electoral de Núñez Feijóo. Sirvan algunos ejemplos.

Uno. En Andalucía, donde habrá elecciones en 2026, unas 2.000 mujeres a las que se practicaron mamografías para detectar si padecían cáncer de mama recibieron un diagnóstico previo de «no concluyente». Dos años después, el Sistema Andaluz de Salud (SAS) no les ha comunicado el diagnóstico definitivo y, en distintos casos, el cáncer ha avanzado.

Pruebas del cáncer de mama: los «cuatro casos aislados» eran 2.000

Cuando esta noticia se publicó en la prensa, la consejera de Salud, Rocío Hernández, quitó gravedad al asunto y dijo que eran solo «cuatro casos aislados». Poco después, el Gobierno que preside Juan Manuel Moreno Bonilla reconoció que eran al menos 2.000 mujeres. Izquierda Unida ha presentado una denuncia en la Fiscalía General del Estado contra ella y las dos personas que ocuparon antes la Consejería de Sanidad del Gobierno andaluz.

Dos. El pleno Ayuntamiento de Madrid ha aprobado una propuesta de Vox para que a las mujeres que decidan abortar se les «proporcione información, de manera obligatoria, verbal y escrita, permanente y visible, sobre el Síndrome Post Aborto». Ese síndrome no existe y no está reconocido como una categoría científica, sino todo lo contrario: cuando una mujer adopta la difícil decisión de interrumpir su embarazo, los especialistas coinciden en afirmar que lo que siente después de la intervención médica es cierta liberación.

Ante el escándalo que provocó ese acuerdo municipal, el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, primero dijo que no sería obligatorio que recibieran esa información, pese a que en el acuerdo del pleno pone que sí lo es, y después tuvo que reconocer que ese síndrome no existe.

Los exabruptos de Isabel Díaz Ayuso

Tres. Los dirigentes del PP no saben cómo salir del berenjenal en el que se meten cuando les preguntan sobre Palestina. No quieren hablar de genocidio, con la excusa de que no lo ha calificado así un tribunal internacional en una sentencia, pero saben que para la mayoría de la sociedad española y europea es un claro genocidio. Se lían y caen en incongruencias, intentando justificar su posición sin conseguirlo.

Especialmente graves son, como en tantas ocasiones, la actitud y las declaraciones de Isabel Díaz Ayuso. En la Asamblea de Madrid, cuando fue preguntada si iba a pedir la liberación de los 50 ciudadanos españoles que navegaban en la Flotilla de la Libertad, junto a otras 450 personas, y fueron abordados y detenidos ilegalmente por el Ejército de Israel en aguas internacionales, ella se burló de esas personas que iban a Gaza en una acción de paz y humanitaria.

Con su habitual tono provocador y maleducado afirmó: «Si la asamblea de facultad flotante creyera que Israel es genocida, no hubieran ido allí ni locos. Pero ya se han dado el baño y, a partir de ahora, subvenciones para chiringuitos, para el teatro, para el cine, ya se han hecho su agosto. Y esto sigue. Y les da igual, Ustedes no quieren la paz». ¿Subvenciones a esas personas? ¡Qué disparate! Es difícil encontrar una actitud más indigna, despreciable y de total falta de humanidad.

La presidenta de la Comunidad de Madrid remató sus exabruptos leyendo una frase que llevaba escrita para su respuesta: «Quien con Bildu se acuesta, secuestrado se levanta». Esa frase no tiene ningún sentido dirigida a las personas de la Flotilla, pero a ella le da igual, la dice y ni se inmuta. Y preside, con mayoría absoluta, el Gobierno de una de las más importantes comunidades autónomas de España.

Agustín Yanel

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