El santuario tartésico de Sisapo, en el yacimiento de La Bienvenida (Almodóvar del Campo), afronta una nueva fase de excavación e investigación centrada en la documentación completa de sus estructuras y la conservación del conjunto arquitectónico. Se trata de uno de los enclaves más singulares del mundo tartésico interior, donde confluyen restos de la cultura orientalizante y ocupaciones romanas posteriores.
El proyecto se desarrollará en el área 4 del yacimiento, donde se encuentra el denominado “edificio orientalizante”, interpretado como santuario. Descubierto en el año 2000 sobre una plataforma elevada, el edificio muestra una estratigrafía compleja, con fases superpuestas de época tartésica y romana.
Durante las campañas anteriores, entre 2016 y 2023, se identificaron dos estructuras principales: un edificio romano altoimperial, probablemente una panadería urbana (pistrinum), y bajo este, el santuario tartésico, de planta trapezoidal y unos 175 metros cuadrados, con muros de basalto y cuarcita.
En esta nueva intervención, el equipo de arqueólogos se propone completar la excavación del santuario, documentar todas sus fases de ocupación y aplicar medidas de conservación preventiva que garanticen la estabilidad del conjunto. Además, se prevé la consolidación de estructuras, la revisión estratigráfica de zonas pendientes y el análisis de materiales rituales y metalúrgicos hallados en campañas anteriores.
Entre los hallazgos más relevantes destacan los altares de arcilla —como el altar taurodérmico, con forma de piel de toro—, cerámicas pintadas tipo Guadalquivir II y ánforas fenicias, junto a restos de actividad minero-metalúrgica como galena argentífera, cinabrio, crisoles y escorias de cobre y plomo. Estos elementos confirman que Sisapo fue un enclave tartésico ligado a la explotación minera de Sierra Morena y a los circuitos comerciales mediterráneos.
Según ha explicado la viceconsejera de Cultura y Deportes, Carmen Teresa Olmedo, durante su visita al yacimiento, “el proyecto de 2025 busca continuar la excavación del santuario, documentar todas sus fases y conservar sus estructuras, consolidando el papel de Castilla-La Mancha en la geografía tartésica”.
La actuación cuenta con una financiación de más de 35.000 euros, de los cuales más de 20.000 proceden de la Junta de Comunidades, y el resto son aportaciones de la UNED y el Ayuntamiento de Almodóvar del Campo.
Con esta inversión, La Bienvenida continúa situándose como un referente científico en el estudio de los orígenes del poblamiento urbano en el interior peninsular y en la transición hacia la cultura ibérica.